Roberto Escobar Gaviria sigue viviendo de su hermano. ‘El Osito’, como se le conoce, quien otrora disfrutaba de una de las fortunas más grandes del mundo, hoy trabaja como guía turístico de un tour por la Medellín del capo del Cartel de Medellín.
El negocio nació hace poco más de un año, cuando ‘El Osito’ comenzó a vender por internet un recorrido llamado ‘Pablo Escobar Tour’. El paquete ofrece un viaje de dos días en el que se visitan los lugares más significativos en la vida del conocido mafioso.
Los turistas no dejan de disparar con sus cámaras cuando visitan el edificio Mónaco y otros lugares relacionados con el capo.
La aventura inicia contactando la página de Facebook que lleva el mismo nombre del tour. Allí se consignan o se pagan en efectivo 50 dólares (100.000 pesos colombianos) y se pacta la fecha del recorrido. La casa del barrio ‘Los Olivos’, donde quedó extendido el cuerpo sin vida de Pablo Escobar, es el sitio de encuentro con ‘El Osito’ y alguno de sus asistentes. Allí, el anfitrión les cuenta el episodio tal y como él lo recuerda, como lo vieron sus débiles ojos, enceguecidos por una bomba.
El paso siguiente es subir a un microbús para desplazarse hacia el edificio ‘Dallas’, un bunker en el que se pactaban negocios, se planeaban atentados, se ocultaban armas. Allí había caletas y se reunía el cartel más tenebroso de la historia de Colombia.
Los turistas se agolpan para ver de cerca la tumba donde está sepultado Pablo Escobar.
Los turistas, en su mayoría extranjeros que quieren conocer el mito, se ríen con las anécdotas que recita el guía, mientras éste señala el edificio Mónaco, lugar en el que el Cartel de Cali atentó contra la familia de Escobar.
Al día siguiente se visita el Cementerio Montesacro, en el cual la tumba más visitada es la del ‘Patrón’. Algunos turistas se recuestan al lado de la lapida para tomarse la emblemática foto junto a la lápida que dice: “Pablo Emilio Escobar Gaviria | Dic 1ro -1948 / Dic 2 – 1993 | Cuando veas a un hombre bueno trata de imitarlo. Cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo”.
Los restos de los lujosos automóviles que pertenecieron a Escobar, como una limosina Rolls Royce, también se pueden observar en el tour.
Al dejar atrás el cementerio, ya sin ‘El Osito’ el microbús emprende camino hacia la Hacienda Nápoles, en el calor del Magdalena Medio colombiano. Allá, otro guía cuenta las historias de un zoológico que ha ido desapareciendo, de hipopótamos que han cazado y del parqueadero donde está desde el primer carro del capo hasta los restos de una limosina Roll Royce carcomida por el óxido.
Al finalizar el tour, los anfitriones ofrecen todo tipo de suvenires de esta empresa de la memoria cruel: camisetas con la imagen del capo y mensajes como ‘el mal paga’, libros como ‘Mi hermano Pablo’ autografiado por ‘El Osito’, documentales como Los pecados de mi padre, realizado por el propio hijo del capo y hasta revistas viejas en las que el capo de capos fue portada.
Los hipopótamos de la Hacienda Nápoles se volvieron famosos gracias a notas de prensa y documentales.