El 31 de agosto de 1997 la Casa Real Británica vivió una de sus peores pérdidas y el inicio de uno de sus más crueles rumores. El fallecimiento de la princesa Diana Frances Spencer, conocida como Diana de Gales o ‘‘Lady D’, quien no tenía una buena relación con su ex suegra, la Reina Isabell II.
Diana ha sido uno de los personajes de la realeza con mayor aceptación por parte del pueblo británico. La espontaneidad que la caracterizó, así como la humildad y la costumbre de romper el estricto protocolo real, la hizo ganarse el corazón de toda la comunidad británica.
Sin embargo, tales actitudes no fueron del agrado de la Reina Isabel II, con quien Diana siempre tuvo una relación difícil. Cabe recordar que ‘Lady D’ fue la nuera de La Reina luego de contraer matrimonio con el Principe Carlos el 29 de julio de 1981, una escandalosa relación en la que la infidelidad y los enfrentamientos con la Reina Isabel II fueron la comidilla de los medios en aquel entonces.
El punto de quiebre en su relación se presentó en 1996 con la decisión de Diana de dar por terminado su matrimonio con el príncipe Carlos, luego de describir que este tenía una relación extramatrimonial con Camilla Parker. Así, luego de un matrimonio de 15 años y dos hijos producto del mismo, quien se esperaba fuera la próxima reina de Inglaterra, Diana, volvió a estar soltera.
Esto no fue del agrado de la Reina Isabel II, quien no le perdonó a Lady D que divulgara tan abiertamente la infidelidad de su hijo y varios secretos de la Casa Británica ante la opinión pública, como venganza del poco apoyo que recibió por parte de la familia real.
Fue entonces cuando en 1997, en un túnel de la capital inglesa, la princesa Diana de Gales perdió la vida en un accidente automovilístico, cuando se movilizaba con su nueva pareja sentimental, Dodi Al-Fayed. Aunque en un principio se culpó al conductor del vehículo de ser el causante del accidente, algunos rumores empezaron a señalar a la Reina Isabel II de un complot para silenciar a Diana y sus constantes indiscreciones con la Corona Británica.
Una de dichas versiones provino de Mohamed Al-Fayed, padre de Dodi Al-Fayed, quien aseguró que el MI6, cumpliendo órdenes de la monarquía británica, habría orquestado toda una conspiración para dar fin a la vida de Diana y de su hijo, quienes estarían próximos a anunciar un compromiso formal.
A pesar de que se adelantaron diversas investigaciones, nunca se comprobó que el choque fuera producto de un sabotaje, y la versión más aceptada fue que el accidente fue producto de una suma de errores en la que la aparente ebriedad del chofer, así como la falta de uso de los cinturones de seguridad, fueron determinantes en el desenlace fatal. Sin embargo, ni siquiera así la reina Isabel II pudo eliminar los rumores que la señalaban por el trágico final de la princesa Diana.