Se denomina ‘Fire Challanger’, que traduce ‘desafío de fuego’. Consiste en rociarse alcohol o algún líquido inflamable para después prenderse fuego. La lógica del juego indica que se debe abrir el grifo de la ducha antes de encender la llama para evitar ser consumido por las brasas.
Desde inicios del 2014 han circulado videos en Youtube de ‘juegos- desafios’ que se han convertido en virales. Estas pruebas sin sentido, como por ejemplo beber grandes cantidades de alcohol y después hacer algo peligroso como saltar a un rió, han cobrado vidas.
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En el caso del Fire Challanger, algunos casos resultan sin mayores consecuencias, pero a veces el juego se sale de las manos y las consecuencias son terribles y dolorosas.
Con una simple búsqueda en YouTube se puede encontrar un buen número de videos de ‘Fire Challenge’. Esta práctica parece haberse difundido sobre todo en Estados Unidos, reveló el Huffington Post.
En los vídeos se puede ver a los chicos mojándose una parte del cuerpo con un líquido inflamable o un simple desodorante spray y luego acercar la llama de un mechero: el fuego estalla entre los gritos de los presentes, mientras que el ‘jugador’ trata de extinguir la llama lo más rápido posible, con agua o contra la nieve.
En medios de comunicación de Estados Unidos varios testigos han dado testimonios de sus desafíos. Después de sufrir graves quemaduras, algunos jóvenes se han arrepentido y han decidido enseñar sus heridas para evitar que otros sigan su ejemplo.
Otros desafíos absurdos
En otros videos en la red social se pueden encontrar a jóvenes franceses que saltan a ríos después de haber ingerido considerable cantidad alcohol.
En algunos casos, los jóvenes desafiantes están tan embriagados que se les dificulta mantenerse a flote con la ropa mojada. Se registró un caso de una joven de 23 años que murió luego de aceptar el desafío de sus amigos.
Esta moda se está expandiendo a otros lugares del mundo. En la ciudad rusa de Barnaúl, a un joven se le ocurrió subir al tejado de un edificio de cinco pisos para lanzarse al vacío dando un salto mortal y caer encima de un montículo de nieve, que amortiza el golpe.
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