Yolanda Ruiz es una de las periodistas más respetadas por los colombianos, es reconocida por su profesionalismo, objetividad y dedicación a una labor que suele estar expuesta a la críticas de los ciudadanos. Se podría decir que es de aquellas periodistas que no irradia el típico conflicto de credibilidad entre bandos políticos. Gran parte de las audiencias, desde cualquier vertiente política, admiran su trabajo.
Tiene experiencia en varios de los campos del periodismo, trabajó en prensa, radio, televisión y también ocupó cargos de dirección a razón de su gran trayectoria.
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El pasado 6 de diciembre, la reconocida comunicadora anunció su retiro de RCN Radio, lugar en donde estuvo durante 12 años, nueve de ellos como directora. Incluso allí dio sus primeros pasos como periodista hace 36 años, cuando realizó sus prácticas profesionales siendo muy joven.
Le costó mucho tomar la decisión, la radio se convirtió en su segunda casa. Allí acudía de madrugada todos los días, compartía con su equipo de labores y había creado una rutina de vida inmersa en su trabajo diario.
Para hablar sobre su trayectoria, proyectos a futuro y el periodismo, nos abrió las puertas de su casa con mucha amabilidad y confianza.
Vea aquí la entrevista de KienyKe.com a Yolanda Ruíz.
Yolanda Ruíz nació en Pasto un 2 de noviembre de 1964, pero fue criada principalmente en Bogotá. Se abrió camino en el periodismo desde muy joven, para eso se preparó en la Universidad Externado de Colombia.
Con cierta pericia demuestra toda su experiencia en los medios, toma el micrófono con seguridad, habla desde sus conocimientos teóricos pero también desde su trayectoria en los medios. En fin, un complemento perfecto entre teoría y práctica.
Su elocuencia también refleja toda su habilidad en la radio, habla sin titubeos, sin confundirse y de manera clara. Afirma que se retira de un medio, pero no del periodismo. Ella es periodista en toda su magnitud, aunque reconoce que las mujeres, como ella, en los medios han sobrellevado múltiples dificultades para abrirse campo en el periodismo.
“Las mujeres hemos enfrentado en las salas de redacción acoso, hemos enfrentado presiones, hemos tenido que demostrar, no que somos buenas, sino que somos buenas, mejores, tolerantes y berracas”, asegura en diálogo con KienyKe.com.
Precisamente ella ha demostrado su verraquera, ha tenido que enfrentar retos periodísticos los cuales la han amedrentado sin impedirle cumplir su labor. Entrevistó a Pablo Escobar con tan solo 24 años, cuando daba sus primeros pasos como reportera. Para registrar dicho testimonio fue llevada a un lugar desconocido, sin que nadie supiera nada de ella y rodeada de hombres armados. A pesar de su juventud – o a razón de ella- su voz en esa entrevista no reflejó miedo, todo lo contrario, enfrentó al narcotraficante más importante del país con preguntas certeras y precisas.
Lastimosamente, dicha entrevista fue censurada y tan solo 20 años después pudo ser publicada. Su primera ‘chiva’ no tuvo la repercusión que ella misma hubiera deseado.
Entre la nostalgia y la expectativa por lo nuevo
Dejó la dirección de RCN Radio con mucha nostalgia, le tomó mucho tiempo pensar en esa decisión, pero afronta con entereza la oportunidad de emprender nuevos proyectos en el periodismo. Se le ve renovada y con muchas ganas de comenzar a abrirse otros caminos.
“Creo que es momento de hacer otras cosas en el periodismo y no quedarse instalado en una dirección que puede ser retadora por una parte e incómoda por otra. Quiero aprender otras cosas, me parece interesante moverse y yo creo que lo he tenido siempre en mi carrera profesional”, asegura.
Tal vez quiere aligerar cargas, escapar de la rutina de un medio de comunicación grande, hacerse responsable de su propio trabajo sin que los aciertos y equivocaciones tengan consecuencias en terceros.
“Quiero hacer periodismo pero de otra manera”, señala con un grado de emoción, de esa que se genera por la misma incertidumbre de los nuevos retos.
Muchas personas a su alrededor le insistieron que no dejará RCN Radio, pero desde hace un tiempo había agotado todas las posibilidades de continuar. Parece una decisión de un momento a otro, pero ella misma reconoce que meditó con mucha dedicación.
“Uno se tiene que ir de los lugares cuando se siente bien y no cuando está proceso de decadencia”, afirma.
A pesar de ya no tener que madrugar todos los días a las 4 de la mañana, su alarma interna sigue sonando. Lo primero que hace es encender la radio para informarse. Ahora hace parte de la audiencia y no de la emisión.
“He venido creando otras rutinas y otras maneras abrir más espacio para la lectura, para escribir para estar en contacto con la naturaleza, con mi familia multiespecie: una gata y cuatro perros. Me parece que es maravilloso también tener un poco más de tiempo para esas otras cosas”.
También continúa escribiendo su columna en El Espectador y como codirectora del Consultorio Ético de la Fundación Gabo. Si bien ya ha recibido propuestas de otros medios, se tomará un tiempo para pensar sobre su futuro. No se le nota afanada por lo que vendrá, más bien parece tranquila y, sobre todo, disfruta de sus nuevas rutinas. Lo que sí tiene claro es en donde se ve a futuro.
“Quisiera mucho poder trabajar en escenarios digitales siendo periodista sencillamente. No quiero asumir la dirección de ningún proyecto grande”.
Ha venido trabajando en ese sentido. Tiene un proyecto personal de entrevistas llamado “Hablemos” con el cual toca diversas temáticas y al que quiere dedicarle más tiempo.
El estado del periodismo, según Yolanda Ruiz
Al ser consultada sobre el estado actual del periodismo, responde con una dicotomía: lo califica de “apasionante y aterrador”. Se emociona por los proyectos alternativos con nuevas formas de contar la realidad, pero cuestiona la credibilidad de algunos periodistas en un momento donde las audiencias parecen ser más importantes que la información.
“Hemos visto como muchos colegas han perdido esos niveles de credibilidad, el activo más importante que tiene un periodista, el activo más importante no es cuántos clics tiene sino cuánta credibilidad tiene un periodista”.
Ella prefiere llamarlo la dictadura del clic, un problema que ha puesto en evidencia como los medios y los periodistas se enfrascan en las tendencias para satisfacer lo que las audiencias quieren y olvidan la información de relevancia para la ciudadanía.
“Informar lo que la audiencia quiere ver y no lo que la audiencia necesita saber”, resalta.
En ese sentido, advierte que la discusión sobre la sostenibilidad de los medios de comunicación tiene que darse a nivel de sociedad y no exclusivamente entre medios y periodistas. Al fin y al cabo, el periodismo es un servicio público que debe ser resguardado por la sociedad en su totalidad para fortalecer la democracia.
“El buen periodismo es rentable, hay que saberlo vender y saber encontrar las audiencias que quieren el buen periodismo, porque hay audiencias que quieren buen periodismo y esas audiencias están esperando buenos proyectos”.
Por último, a diferencia de otros análisis, ve con buenos ojos el debate electoral que se aproxima para el 2022. Observa diversas posibilidades y distintos modos de hacer país de acuerdo a los candidatos a la presidencia. Reconoce, además, que es un momento crucial para hacer buen periodismo.
“Hay un abanico muy importante de todos los sectores y la gente tiene la posibilidad de elegir. El papel del periodista es hacer su trabajo, mostrar las distintas opciones, denunciar si hay cosas para denunciar con hechos, con fuentes y con investigación, y tratar de tomar distancia de sus propias creencias, individuales y personales para hacer información que le sirva la sociedad”.
Yolanda Ruiz es una referente del periodismo en Colombia, no solo por su gran capacidad comunicacional sino también por su gran aporte a las buenas prácticas en el periodismo. Ha sido firme cuando ha tenido que serlo y al mismo tiempo ha demostrado ser muy sensible. Esa sensibilidad que la ha llevado a mostrar la realidad del país desde otros enfoques.
Precisamente, al ser consultada sobre la mejor entrevista que ha hecho no saca a relucir la de Pablo Escobar o la de algún funcionario público de renombre o famoso, sino la de aquellas personas que no quieren poder.
“Las personas que sin ser muy famosas, desde el anonimato, hacen esfuerzos muy tremendos y muy grandes por construir un país diferente, son las personas que yo llamo que ni tienen ni quieren el poder”.
Esa es la clase de periodismo que quiere seguir haciendo, ya no desde un medio grande, sino desde un proyecto propio que sirva, también, de referencia para la nueva generación de periodistas.
