El proceso en contra de Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, volvió a ser noticia esta semana debido a que la Fiscalía General se inhibió a abrirle una investigación por el supuesto patrocinio a un grupo paramilitar denominado como el Frente Suroeste, organización que delinquía principalmente en los municipios de Angelópolis, Amagá y Titiribí del departamento de Antioquía.
Aunque el exparamilitar Rodrigo Alberto Zapata aseguró ante Justicia y Paz que el reconocido ganadero fue una de las personas que entregó aportes voluntarios al grupo criminal, el ente investigador estableció que dichas declaraciones no eran suficientes para demostrar su responsabilidad en estos hechos y por esa razón archivó el caso.
“No se estableció que el señor Santiago Uribe Vélez se hubiese reunido con integrantes de esa organización ilegal, ni que se hubiese concertado con estos para acordar una suma de dinero a manera de contribución. No fue posible establecer que este solicitara algún tipo de protección ni que ejecutara una conducta que contraviniera el orden punitivo”, especifica la resolución.
A pesar de esto, el otro proceso que cursa en su contra por la presunta comisión de los delitos de concierto para delinquir y homicidio sigue abierto. El ganadero es señalado de participar en la conformación del grupo paramilitar Los Doce Apóstoles y de incidir en el crimen de Camilo Barrientos, un conductor de bus que fue asesinado en febrero de 1994 en el municipio de Yarumal (Antioquia) porque se creía que era guerrillero.
El abogado Jaime Granados, defensor principal de Santiago Uribe, le dijo a KienyKe.com que este caso pasará a la historia como un “récord Guinness de la infamia”, pues, a pesar de que ha pasado un poco más de 25 años y que el ganadero estuvo privado de la libertad de manera preventiva durante dos años, todavía no se ha tomado una decisión de primera instancia y tampoco se ha concluido la audiencia pública de juzgamiento.
“Ha pasado un cuarto de siglo y todavía no se sabe cuál será la suerte de Santiago Uribe en este caso. Él fue exonerado en el año 2000, en primera y segunda instancia por la Fiscalía con una resolución inhibitoria. Sin embargo, diez años después revocaron esa decisión por la declaración de un reconocido mentiroso, el mayor retirado de la Policía Juan Carlos Meneses, quien fue instrumentalizado por los contradictores del expresidente Uribe para meterlos en este lío”, indicó.
La postura de las partes
Para la Fiscalía General Santiago Uribe Vélez debe ser condenado. En la pasada ronda de audiencias, argumentó que existen pruebas contundentes para demostrar su relación con Los Doce Apóstoles y el asesinato de Camilo Barrientos. El representante de las alegadas víctimas apoyó dicha postura.
El fiscal del caso afirmó que con base a los testimonios recolectados se estableció que Uribe Vélez fue uno de los financiadores del grupo paramilitar, al cual se le atribuyen más de 200 homicidios selectivos en Antioquia y estuvo conformado "por actores públicos y privados que tenían el propósito de ejecutar una política de exterminio en contra de la delincuencia común”.
Además, el delegado mencionó en las diligencias que las pruebas que el ente investigador tiene en sus manos confirman la participación de Uribe Vélez en el homicidio del conductor Camilo Barrientos, crimen que habría sido orquestado por Los Doce Apóstoles para eliminar “miembros de la guerrilla”.
La Procuraduría, en su función de velar que los derechos de las partes no sean vulnerados, coincidió en que la justicia debe sentenciar al ganadero por el delito de concierto para delinquir. Sin embargo, fue clara en señalar que Uribe Vélez debe ser declarado inocente en el homicidio de Barrientos, pues indicó que no es clara su responsabilidad en el crimen.
¿Qué falta para terminar el caso?
El abogado Jaime Granados dijo, por su parte, que demostrará en sus alegatos finales el porqué Santiago Uribe Vélez no solo se presume inocente sino que lo es. Las audiencias quedaron programadas para los días 26, 27, 28 y 29 de enero de 2021.
Según dijo, este caso tiene una particularidad y es que el juez deberá resolver en esa sentencia la objeción a un examen pericial que se hizo a Eunicio Pineda Luján, uno de los testigos que aseguró que Santiago Uribe Vélez sí tuvo relación con Los Doce Apóstoles.
“Años después supimos que ese supuesto testigo clave había sido diagnosticado con esquizofrenia. De repente la Fiscalía, a través de Medicina Legal, cambió su diagnóstico y pasó a decir que no era esquizofrenia sino estrés postraumático. Pero nosotros con fundamento en un dictamen elaborado por uno de los grandes maestros de la psiquiatría forense refutamos esas afirmaciones y objetamos el dictamen pericial de la Fiscalía. El juez se reservó la decisión sobre esa objeción con la sentencia y esperamos saber cuál será su conclusión”, explicó.
El abogado Jaime Granados señaló que espera que la decisión que tome el juez sea en favor de su cliente porque “este largo proceso se trata de un montaje en contra del ganadero y de su hermano Álvaro Uribe Vélez con el fin de desprestigiarlos”.
“La decisión que tome el juez de primera instancia se debe respetar. Él no puede complacer a todo el mundo porque esa no es su función, su función es administrar justicia, actuar de una manera imparcial y objetiva. La decisión que tome seguramente será apelada por el que no esté conforme, y por eso yo creo que esto terminará en un tribunal, en la Corte Suprema, o como se dice por ahí en una ‘Corte Celestial’. Lo que sí sé es que a esto hay que ponerle punto final porque ningún ser humano puede ser sometido a la tragedia que ha vivido Santiago Uribe Vélez”, finalizó.
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