La comunidad del territorio ancestral, ante el sistemático exterminio físico perpetrado por el grupo Dagoberto Ramos, se vio obligada a declararse en emergencia humanitaria y territorial.
El presidente de Venezuela acusó a Leopoldo López y Álvaro Uribe de conspirar contra las elecciones presidenciales del 28 de julio y pidió a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) estar alerta.
El jefe de Estado propuso una negociación legal con el Clan del Golfo para erradicar sus actividades ilícitas y posiblemente iniciar nuevos diálogos de paz.