10 pretextos para empezar bien el día

Vie, 31/08/2012 - 12:39
 A veces cuesta trabajo despertarse, bien sea porque uno ha dormido poco, ha dormido mal o porque uno simplemente no quiere que llegue el día. En esas veces cómo cae de bien una ca
 A veces cuesta trabajo despertarse, bien sea porque uno ha dormido poco, ha dormido mal o porque uno simplemente no quiere que llegue el día. En esas veces cómo cae de bien una canción que nos dé tres minutos de felicidad, suficientes para apretar las tuercas. Cuando uno oye una muy buena canción en radio, por simple y llano azar, la felicidad se duplica. A continuación comparto una lista de canciones para empezar el día. “Como una lista de las que hacen VH1 o MTv,” me dijo mi novia cuando le comenté mi brillante idea para esta entrada. Sí, como las de VH1 o MTv. Care of Cell 44 (The Zombies): esta es la primera canción de un álbum de The Zombies llamado Odessey and Oracle. Lo mejor que puedo decir de este álbum es que suena como un muy buen álbum de los Beatles, que no es poco. Grabado en 1967, cuando ninguno de sus miembros esperaba ya nada de su grupo, tiene una deliciosa mezcla de nostalgia y psicodelia. Duré un mes entero oyendo el álbum, con una sensación de plenitud parecida al enamoramiento. Otra canción del álbum, muy recomendada, es Beechwood Park. Sunlight Makes Me Feel Paranoid (Elefant): apropiada para esos pocos días que uno tiene libres mientras el resto del mundo que uno conoce debe ir al trabajo. Los mismos días en que uno puede darse el lujo de decir que desconfía de la gente que tiene un trabajo con horario de oficina. Dieciséis toneladas (José Guardiola): la canción original, “Sixteen Tons”, fue escrita por Merle Davis en 1947 y no tuvo mucha acogida en su momento. Solo hasta 1955, cuando la grabó Tennesse Ernie Ford, se convirtió en un éxito masivo. Lo que me gusta de la versión en español es el arreglo de las segundas voces, que ninguna de las versiones en inglés tiene. En la traducción, sin embargo, se pierde la estrofa que más me gusta: You load sixteen tons an’ whaddya get? Another day older an’ deeper in debt/ Saint Peter doncha call me ‘cause I can’t go/ I owe my soul to the company store (Cargas 16 toneladas, ¿y qué consigues?/ un día más viejo y más endeudado/ San Pedro no me llames porque no puedo ir/ le debo mi alma al almacén de la compañía). Para días en que lo único que uno quiere es que pasen las doce horas para volver a la cama y seguir durmiendo. Paddling Ghost (Dan Deacon): para las mañanas en que más vale apurarse porque nos levantamos tarde. El video, sencillo y casero, es una muestra más de que para hacer cosas muy llamativas no es necesario mucho dinero, sino muy buenas ideas. Tin Marin (Richie Ray y Bobby Cruz): a mí me gusta oír esta canción en dos ocasiones, especialmente: para empezar un fin de semana que promete alguna rumba o para resignarme y afrontar que es lunes. Time To Pretend (MGMT): existe una laaaarga lista de canciones de rock "furiosamente juveniles". Muchas dicen algo así como “nadie nos entiende, igual, sabemos que somos los escogidos, tenemos un mensaje, el mundo es nuestro.” Son canciones arrogantes, ingenuas, ansiosas. Como esta. The Golden Path (Chemical Brothers): una de las razones por las que terminé de decidirme a dejar mi trabajo anterior fue haber visto el video de esta canción. La tusa (Integración Casanova): una amiga a la que le mostré la canción me dijo que le parecía una celebración de la cultura traqueta (“porque me hice la lipo/ y también me puse tetas”, dice la canción en un aparte). No sé, no me importa: lo que importa es el golpe, dice un amigo. Dog Days Are Over (Florence & The Machine): otra de las canciones para cuando uno va tarde al trabajo. Magistral el crescendo de la canción: ¿no dan ganas de correr cuando uno oye que hay que correr por tu mamá, tu papá, tus hermanas y no sé cuántos más? Love of an Orchestra (Noah and the Whale): yo no me preocupo mayor  cosa por entender la letra de muchas canciones en inglés. A veces, entender de qué se trata la canción le arruina a uno las imágenes que uno ha creado gracias a la melodía. Es lo mismo que oír una muy buena canción y luego ver el video y quedarse con las imágenes del video. Pensé, por lo que me produce la canción y por el video, que se trataba de alguien enamorado. En realidad, el planteamiento es más audaz: I know I'll never be lonely/ I've got songs in my blood/ I'm carrying all the love of an orchestra/ gimme the love of an orchestra (Sé que nunca voy a estar solo/ tengo canciones en mi sangre/ llevo todo el amor de una orquesta/ dame el amor de una orquesta). Recomiendo el video.    
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