Pasada (y para algunos pagada) la primera quincena de 2018, los bolsillos pueden seguir lanzando gritos de alerta. En medio de la obligada reflexión sobre cómo afrontar algunas dificultades, como lo escribía hace una semana, merece la pena profundizar en la planeación de los gastos. Por eso, esta es una invitación a hacer dos clases de ejercicios sencillos que le permiten conocer a ciencia cierta su realidad y a armar un plan de ahorros que le puede traer beneficios.
Ya he dicho que conviene vincular a la familia para que con el esfuerzo de todos sepan que están contribuyendo. Emprendan jornadas de ahorro apagando bombillos de cuartos que no están ocupados, desconectando los cargadores que no están en uso, demorándose menos en la ducha (eso le ayuda muchísimo al planeta –Carolina Montoya, compañera de letras en estos blogs nos repite que “no hay planeta B”-).
Además, pueden evitar que la estufa esté prendida más tiempo de lo necesario, planear una sola jornada de lavadora y no varias pequeñas, reparar fugas de agua en alguna llave, reducir las comidas fuera de casa, evitar las compras impulsivas y escuchar las ideas de todos, porque en conjunto pueden encontrar dónde reducir los gastos.
Si es el caso, revise qué tiene en casa que no está usando o no necesita y considere que puede poner en venta. Es posible vender en sitios de elementos usados algunas prendas de ropa o algunos elementos como juguetes para niños más pequeños y eso puede representar un dinero adicional.
Los libros escolares del año anterior pueden ayudarle en la lista de los de este año. Ubique los sitios en donde reciben esos textos y cotice allí los nuevos. Puede sorprenderse con la diferencia de precios que encuentre en las grandes cadenas de librerías.
Siga cuidadosamente las fechas de mantenimiento de su vehículo. No hacerlo no representa ahorro, pues, aparte de hacer cambios y revisiones necesarias, puede observar el funcionamiento de partes que estén desgastándose, que le puedan causar un accidente o una reparación de mayor precio en otro momento.
Sepa que por esta época el comercio está tratando de acabar con las existencias de productos que no pudieron vender en diciembre o ponen a la venta unidades defectuosas o incompletas y en letra menuda aclaran que no hay cambios.
Defina ya mismo si en Semana Santa o a mitad de año va a antojarse de un viaje, porque, si tiene campo, puede ir haciendo reservas. Si no sabe o no puede, no lo haga y respete su propia decisión.
El otro ejercicio que le propongo es que empiece hoy mismo a apuntar todos los gastos que hace, sin que importe su monto. Hágalo durante el próximo mes. Al terminar revise qué tanto dinero gasta en aspectos que no son vitales y piense si está dispuesto a continuar haciéndolo. Teniendo el control de sus gastos, comparándolos con sus ingresos y dejando de actuar impulsivamente, con seguridad podrá aprovechar mejor su dinero y evitarse unos cuantos dolores de cabeza.
@jgiraldo2003
