La efusividad de hace un par de semanas cuando faltaban 5 para las 12 y entre “pitos y matracas, entre música y sonrisa” nos abrazábamos sin escatimar buenos deseos y elevábamos promesas de cambio y pronunciábamos las conocidas anáforas de “este año si…” tiene por esta época una particular evaluación: el regreso a la realidad.
Las fiestas y el receso de actividades de fin y principio de año terminan con la primera quincena de 2018 y quienes estaban en vacaciones empiezan a regresar a sus labores. En medio del guayabo que para muchos dejó la temporada, el bolsillo empieza a sentir los rigores de los nuevos precios sumado a los excesos que las compras de diciembre implican.
Por esas compras puede haber algunas decepciones como los regalos comprados a principio de diciembre que solo destaparon el 24 a la media noche y que resultaron decepcionantes porque no cumplieron con la expectativa de quien los recibió o no le sirvieron o venían dañados o rápidamente sufrieron averías.
Si no piensa quedarse con el trago amargo de la filosofía “deje así”, sepa que un reclamo para el juguete dañado, la prenda que no le sirvió y demás obsequios que no le satisfacen tiene un marco jurídico del que ya habíamos hablado en este espacio, el Estatuto del consumidor, la ley 1480 de 2011.
Y la Superintendencia de Industria y Comercio les ha facilitado a los consumidores distintas oportunidades para que expresen sus inconformidades. Daniel Orozco Caicedo, el director de la Red Nacional de Protección al Consumidor, ha aparecido en distintos medios de comunicación resaltando la importancia de una estrategia llamada las “Casas del Consumidor”, sitios que orientan e inclusive arman audiencias de facilitación para que los comerciantes y sus clientes insatisfechos logren acuerdos.
Afirma Orozco que ya tienen una cifra que alienta: 73 % de los casos conocidos en las Casas del Consumidor han tenido resultados favorables para el consumidor en solo dos semanas. Por eso, 13 capitales de los departamentos colombianos ya tienen estas casas y en Bogotá funcionan en la sede de las alcaldías locales de San Cristóbal, Engativá, Tunjuelito, Kennedy, Fontibón, Bosa, Ciudad Bolívar, Usme y Rafael Uribe Uribe.
Otras vías para pedir el apoyo de la Superintendencia de Industria y Comercio son los tres buses que recorren el país como oficinas móviles de esta entidad con funcionarios de la Superintendencia de Salud y de la Superintendencia de Servicios Públicos, para recibir las inquietudes de los ciudadanos. También está la aplicación digital llamada Consumóvil y el área de demandas de la página de la Superintendencia de Industria.
Pero eso sí debe tener clara la información real sobre sus derechos, porque, por ejemplo, un concepto es la garantía que cubre un producto porque debe cumplir con características de calidad, idoneidad y seguridad. Este concepto, el de la garantía, no implica, según lo aclara la abogada Saray Barbosa, directora del área de Derecho Comercial del Consultorio Jurídico de la Universidad del Rosario, que podamos pedir cambio de un bien por su talla o su color.
Es potestad de los comerciantes, en virtud de su política particular de servicio al cliente cambiar la camisa que no le quedó bien al sobrino o al hermano y no hay norma que lo obligue a hacerlo. Por eso conviene preguntar si los productos tienen cambio antes de comprarlos.
Sobre este aspecto, Daniel Orozco recalca que la Red Nacional de Protección al Consumidor viene capacitando a todo tipo de comerciantes para que entiendan que proteger los derechos del consumidor es una ventaja de competitividad.
Así, solo falta la educación del consumidor sobre estos aspectos y sobre sus decisiones de consumo. Busque asesoría y haga un ejercicio muy útil por estos días para tomar medidas serias que le permitan tener un feliz 2018: defina los costos de sus prioridades (alimentación, gastos de la vivienda, estudio y demás); a la par sume sus ingresos y compare las dos cifras. Deseo que los ingresos sean mayores. Eso significa que le sobra dinero y entonces solo le falta trazar una meta de ahorro.
Pero si no sobra dinero, es el momento de replantear los gastos, encontrar en dónde puede haber reducciones, pero también cuál puede ser otra fuente de ingresos. En esas cuentas debe estar vinculada toda la familia, para que todos sean conscientes de la situación, que si es crítica, puede ser un reto a la unión y a la creatividad.
Los estudiosos dicen: “de las crisis salen las oportunidades”. Encuéntrelas en medio de la realidad en la que está aterrizando para que logre tener un feliz año 2018.
@jgiraldo2003
Ahora sí: feliz año 2018
Dom, 14/01/2018 - 02:06
La efusividad de hace un par de semanas cuando faltaban 5 para las 12 y entre “pitos y matracas, entre música y sonrisa” nos abrazábamos sin escatimar buenos deseos y elevábamos promesas de cam