Crisis de la educación en Colombia

Sin mayor interés en la sociedad colombiana pasa el ranking mundial de las mejores universidades. Año a año un grupo independiente de investigadores se ocupa de analizar las universidades en el mundo, y con base en diferentes criterios definen un ranking por medio del cual las clasifican. Este año la mejor universidad del mundo, según el http://www.topuniversities.com/university-rankings/world-university-rankings/2011 , es la Universidad de Cambridge en el Reino Unido. Por supuesto que en la realidad es desproporcionado ponderar una universidad colombiana con un “monstruo” como Cambridge o Harvard, sin embargo, con mayor frecuencia de lo que ustedes creen, la “academia” colombiana tiene la osadía de darse estos alcances, y pontificar sobre su modelo de educación. Para ambientar el tema, y basado en el ranking anteriormente citado y abierto para consulta en el link del párrafo anterior, es pertinente anotar lo siguiente: Las mejores 10 universidades del mundo son del Reino Unido y de los Estados Unidos de América. Nos llenamos la boca criticando las universidades españolas – aunque cierto es que no todas son buenas – y en el puesto 176 (entre 1000) aparece la primera, la Universidad de Barcelona, mientras que las colombianas – llenas de pretensiones y señoritos de biblioteca – aparecen en el puesto 501 a 550 (no tiene puesto definido), siendo la primera la Pontificia Universidad Javeriana, la cual parece reunir un buen balance entre ciencias sociales y humanas y ciencias exactas, lo que a la postre le vale el “primer” lugar de las colombianas en el escalafón 501 – 550. Posteriormente salen la Universidad de Antioquia, la del Norte, los Andes y EAFIT, solo por mencionar algunas, todas ellas con carreras en ciencias exactas, ciencias de la salud y ciencias humanas. La fallida reforma a la ley de educación (Ley 30) generó la primera crisis legislativa de este gobierno, debiéndose retirar el proyecto de reforma ante la presión juiciosa y organizada de los estudiantes, y el silencio impune de las directivas de muchas de la universidades, sobre todo las privadas. Mientras que Colombia no replantee su modelo de educación, deje de abrir 3 y 4 jornadas, y deje de “premiar” el estudio de carreras saturadas de ciencias sociales, como derecho, no saldrá de este atolladero. Los premios Nobel no se los ganan los abogados ni los politólogos, pero sí los científicos, es por ahí en donde se debe invertir. Como abogado y ex profesor universitario puede decir con toda certeza que a Colombia no le cabe una facultad de derecho más, una jornada más, una fabrica de abogados más, ya es suficiente de premiar esta mediocridad y burocracia, y poner los ojos en la ciencia, las ingenierías, las ciencias exactas, la medicina, todas las carreas que generan verdaderos logros para la humanidad, logrando así el verdadero reconocimiento internacional y verdaderos genios. Debo también anotar que en las facultades de derecho se habla y habla de Francia y nos dejamos impresionar por señoritos que traen diplomas de estas universidades, los invito a consultar el ranking y mirar en que posición están estas universidades. Ya esta bueno de pretensiones, de abogados, de carreta, es hora de invertir en ciencia, en investigación, en desarrollo, dejar de hablar de innovación y meterle dinero y autonomía a Colciencias, propender por un Ministerio de Educación que no sea burocracia y tramites de homologar titulitos, sino un verdadero semillero de investigación y planeación de la educación que nuestro país necesita. Si sus profesores y colegas los “cañan” con diplomitas, si en su universidad su profesor fue a la “Universidad del Niño Dios o del rey pepinito”, o si le mete cuenticos en francés, muéstrele este ranking, enfréntelo, ojala las universidades que tienen de tiempo completo profesores que cursaron sus estudios superiores en universidades mediocres se pellizquen y depuren, pues solo así podremos construir un país sin hambre, un país preparado para el verdadero desarrollo, un país posible y un país educado. @andresbarretog