-No es mucha la información histórica acerca de esta “tradición”. Se lee que fue inventada en Grecia en donde acostumbraban a dejar un poco del contenido de una copa a la persona por quien se estaba brindando. –Es algo así como tomarme un sorbo de whisky y dejarle un poco al cumpleañero-. La palabra propina viene del latín “propināre” que significa “dar de beber” y no se sabe mucho acerca de su evolución al día de hoy.
Poniéndole un poco de sentido común histórico, –Digo yo- esta costumbre debió haber surgido en Francia hacia el año 1765 y luego 1873 en Inglaterra, fechas de origen de los primeros restaurantes. Al día de hoy, el hábito de la propina se ha extendido a hoteles, taxis, peluquerías y cuanto servicio considere uno que se merezca una gratificación.
En nuestro País, la propina tiene una considerable trascendencia. La apreciación respecto a la forma de dar propina es individual, sin embargo, molesta la forma como se ha convertido en algo que no es obligatorio pero sí decorosamente obligante y además la piden con desvergüenza en innumerables episodios de nuestra vida cotidiana.
Quisiera citar una gran variedad de estas situaciones en donde su imagen se vería afectada por no dar propina y los abundantes adjetivos que adornarían su perfil lo catalogarían como una persona: "Líchiga", tacaña, vaciada, miserable y egoísta. También se afirmaría con infalibilidad que por eso este país está como está y le recordarían con menguado cariño a su mamita, pero no me alcanza el espacio. Hablaré solo del sector gastronómico.
-“Busco mesero con experiencia, básico + propinas”. ¿Será esto justo?
Yo no sé a quién le llega la propina que dejo. No sé entre quienes la reparten y no debería ser una variable salarial para los mal pagos cocineros o auxiliares. –Si es que hasta allá llega la generosidad del dueño- Si agrego la propina a mi cuenta es porque alguien en particular se la ganó y es a él a quien se le debe entregar. En algunas oportunidades, prefiero quitarla de la cuenta y se la entrego en efectivo directamente al mesero que me atendió.
En alguna oportunidad me rehusé a dejar propina en un restaurante en Cartagena y el mesero me siguió hasta la puerta a preguntarme por qué no la había dejado. ¿Cuánto dinero se mueve en propinas al día en una Ciudad? ¿Cómo es el manejo de las mismas? ¿Estoy obligado a dejar propina por el simple hecho de recibir la atención que ya estoy pagando o debo darla cuando superan la expectativa de servicio?
Nuestra cultura de propina es miserable e injusta. Tanto para el mesero como para el cliente, la percepción de “merecer” u “ofrecer” este gesto de gratificación económica, debería tener unas condiciones precisas con cierto valor ético. Trabajaré en esto y hago un llamado a quienes quieran aportar ideas y opiniones constructivas para evolucionar esta tradición.
Pese a que el título de hoy da para un documental de Discovery Channel, siento mucho no poder escribir más y más acerca de este tema. Haré una segunda parte ampliando la información acerca de esta “mafia”.
Santiago D. Otero
@tatootero79
FB: Las Críticas de Tato
Dejar propina. ¿Obligación, alcahuetería o mafia?
Mar, 30/05/2017 - 04:08
-No es mucha la información histórica acerca de esta “tradición”. Se lee que fue inventada en Grecia en donde acostumbraban a dejar un poco del contenido de una copa a la persona por quien se e