A diario me pregunto, ¿Qué es lo que motiva al ciudadano de hoy? Pareciera que después del dinero no hubiese algo más importante y peor aún, que el concepto de Familia y cada vez pierde más valor junto con el anhelo de construir sociedad.
En medio de oleadas de consumismo, de adelantos tecnológicos, de nuevas tendencias, de primavera- verano/ otoño invierno, de Gucci, de Prada, de Ralph Lauren, de Rolex, de Ives Saint Laurent de Armani, de Samsung, de Sony, de Mc Donalds, de Coca - Cola, de Dunkin Donuts, entre muchos otros, se tiende a preferir una marquilla a un buen abrazo de mamá.
Y es que ¿quién dijo que el tener un buen reloj, unos buenos wedges o salir de cena a un "buen restaurante" no es agradable, que como te ven te tratan o que el buen gusto en ocasiones no depende de un buen diseño? Lo trágico aquí es cuando el poseer y poseer artículos se vuelve primordial para muchos en su devenir. Es impresionante como muchas personas pueden dejarse "morir de hambre" por no comer algo de menos de quince mil pesos, tengo conocidos que prefieren no hacerlo a que les vean en sitios que no son los más frecuentados, los más opulentos, los más sofisticados. Ni hablar de aquellos que acumulan capital como si eso les otorgara más años de vida o de los que sufren por no poder comprar alguito de la última colección de Calvin Klein... ¿ lo demás qué?
No sé cocinar, pero creo que no hay cosa más amena que el resultado de una preparación hecha con amor, comparable con arte para complacer a quienes queremos o para sí mismo. Y ¿qué me dicen de los planes en familia? ¿no es mejor una tarde de cine casero en lo cómodo de tu sofá con las personas que quieres sin aparentar que compras el mejor combo o los mejores asientos para la función? ¿dónde queda el ir a elevar cometa, el que la piel quede como camarón de tanto ir a jugar con papá a la pelota o dialogar con tus hijos acerca de sus gustos, intereses, lo que le gusta, lo que no?
¿Cómo se puede comparar matar soldaditos virtuales o vestir íconos semiperfectos de la figura femenina con una buena charla con tus amigos (los de verdad) o contigo mismo? con un buen libro o una hermosa melodía?
Quiero agregar que soy consciente de que no todos tenemos un núcleo familiar estable, de por sí, soy parte de un hogar enteramente disfuncional, pero no por eso sería conveniente seguir esa línea y no intentar vivir la vida en su más plena expresión, disfrutar de lo natural, de lo vivo, de lo sublime, a veces de lo siniestro, de lo bello de nuestros paisajes, del calor de un abrazo, del sonido de los grillos cuando todo debería estar en silencio, de cerrar los ojos e imaginarte un mundo nuevo.
Hay muchas cosas de las que nos estamos perdiendo por la frialdad de lo material y digital, que si bien nos aporta muchos beneficios y facilidades al día a día.. es rico además encontrarse con uno mismo, producir conocimiento, pensar, reflexionar, disfrutar el mundo que nos queda, el mundo de la vida.
No sé cocinar, pero creo que no hay cosa más amena que el resultado de una preparación hecha con amor, comparable con arte para complacer a quienes queremos o para sí mismo. Y ¿qué me dicen de los planes en familia? ¿no es mejor una tarde de cine casero en lo cómodo de tu sofá con las personas que quieres sin aparentar que compras el mejor combo o los mejores asientos para la función? ¿dónde queda el ir a elevar cometa, el que la piel quede como camarón de tanto ir a jugar con papá a la pelota o dialogar con tus hijos acerca de sus gustos, intereses, lo que le gusta, lo que no?
¿Cómo se puede comparar matar soldaditos virtuales o vestir íconos semiperfectos de la figura femenina con una buena charla con tus amigos (los de verdad) o contigo mismo? con un buen libro o una hermosa melodía?
Quiero agregar que soy consciente de que no todos tenemos un núcleo familiar estable, de por sí, soy parte de un hogar enteramente disfuncional, pero no por eso sería conveniente seguir esa línea y no intentar vivir la vida en su más plena expresión, disfrutar de lo natural, de lo vivo, de lo sublime, a veces de lo siniestro, de lo bello de nuestros paisajes, del calor de un abrazo, del sonido de los grillos cuando todo debería estar en silencio, de cerrar los ojos e imaginarte un mundo nuevo.
Hay muchas cosas de las que nos estamos perdiendo por la frialdad de lo material y digital, que si bien nos aporta muchos beneficios y facilidades al día a día.. es rico además encontrarse con uno mismo, producir conocimiento, pensar, reflexionar, disfrutar el mundo que nos queda, el mundo de la vida.
