Hace unos años conocí la palabra homofobia, siempre me cayó mal. Desde el primer día que la escuché me sonó ridícula, desde todo punto de vista y en todos los sentidos. Sin embargo, la terminé acuñando, sumándome a quienes la usaban con propiedad y no por moda si no, por respeto a la voz de mis amistades homosexuales que la tienen como estandarte de la defensa de sus derechos, resignada por la costumbre aún la pronuncio pero, me sigo sintiendo incómoda. Un día como bálsamo a mi alma casualmente leí la frase celebre del reconocido actor Morgan Freeman: "Odio la palabra homofobia. No es una fobia. Usted no tiene miedo, usted es un imbécil."
Desde allí tengo paz con mi rechazo a esta palabra. El camino en la defensa de lo humanamente justo me llevó a entender que todas las personas anti derechos son imbéciles y para que no me acusen de ser vulgar, descortés, agresiva y violenta, expongo el significado de la palabra imbécil: [persona] "Que padece imbecilidad" (deficiencia mental); "que es poco inteligente o se comporta con poca inteligencia".
Dejando claro que el calificativo de imbécil no es agravio sino, una condición humana que, últimamente parece epidemia y que por el bien del mundo yo confío en que la imbecilidad tenga recuperación porque de no ser así, será la imbecilidad humana la directa responsable del apocalipsis.
Dijo Balzac que “un imbécil que no tiene más que una idea en la cabeza es más fuerte que un hombre de talento que tiene millares” No me agrada mucho este señor porque, es el mismo macho que dijo: "Quien sabe gobernar una mujer sabe gobernar un estado."
Es indiscutible que este señor errado en aquello de que, las mujeres nacimos para ser gobernadas tiene toda la razón sobre los imbéciles, hoy tengo la convicción que no debo acuñar palabras absurdas para combatir los actos concretos de las personas imbéciles, las cosas como son, decirle al rey que es rey nunca es quitarle la corona, responsabilizo de la imbecilidad de la humanidad a una cultura religiosa y política, absolutamente hetero normativa, machista basada en fundamentalismos patriarcales, culpo a la cultura de la dictadura afectiva que se nos inculca desde siempre, con el argumento recalentado de que esa es la única verdad, que solo existe un modelo amatorio y sexual, una sola manera de ser y hacer familia.
Estoy padeciendo una fobia nueva, se trata de la fobia a la palabra "valores", siento terror cada vez que, en el colegio de mi hija pregonan que son un colegio con énfasis en valores y tengo terror porque en Colombia un joven homosexual de 16 años llamado Sergio Urrego estudiante de undécimo grado del Gimnasio Castillo fue "asesinado", desarrollé esta fobia debido a que el colegio con trayectoria en educación con énfasis en valores al que muchos padres le confiaron el bienestar de sus hijos asesinó con discriminación y el matoneo de los directivos y profesores del plantel, al joven Sergio Urrego.
Ridiculizaron eso que denominan valores el día que nos castraron el sentido común y como a borregos desde la primera infancia nos repitieron y nos hicieron repetir en nombre de las "buenas costumbres" y las "tradiciones sociales y familiares, que solo se es normal si aplicas alguno de los modelos de existencia planteados y heredados por quien empezó a escribir libros sagrados.
Para esta parte de la humanidad sería la biblia y las religiones cristianas pero en otras realidades se trata de otras religiones y otros dioses quienes nos hicieron repetir como cotorras mandamientos sagrados sobre la moral y los valores y que a fuerza de la monotonía y la cultura nos convencieron que todo lo que se saliera de estos preceptos era antiético, abominable y anormal. Soy la más orgullosa no solo de pertenecer a la era libertaria de los "antivalores" y de los derechos sino de ser vocera del discurso de la convivencia en la diferencia.
Soy sobreviviente del matoneo aún, hoy con 35 años sigo sin acostumbrarme a esa enferma práctica de someter al escarnio público, burla y humillación a quien piensa, dice y vive diferente, decimos que es una "moda juvenil"... no seamos cínicos.
Estoy harta de tanta persona imbécil gobernando, educando y formando, estoy harta de ver a un imbécil pregonando valores, estoy harta de tanta moralina porque justamente quienes se llenan la boca hablando de valores y de moral son las personas más despreciables que he conocido. Los famosos valores están asesinando y por eso tengo terror. Esos tan pregonados valores están cortando las alas de la libertad y la justicia a nuestra juventud sedienta de una educación más humana, lo diré en las palabras enojadas de mi hija Helen Borda Candela con tan solo siete años:
"Las personas se están matando porque, no son libres mamá. Y no son libres porque las personas sin corazón se les ríen en su propia cara".
El matoneo institucional, familiar, social y de todos los colores está asesinando sin que esto sea delito castigado con penas ejemplarizantes.
Los idiotas tienen una idea en su cabeza, una sola idea y se llama "valores", los idiotas son más peligrosos que todas las guerrillas, que todos los políticos corruptos, que todas las mafias, los idiotas son un cáncer social. No será la bomba atómica quien acabe con la humanidad serán los idiotas. Por eso tengo la seguridad de que mientras respire, dedicare mi vida a desarticular idiotas con las herramientas de los argumentos de derecho, libertad y justicia.
Que en esta época se estén suicidando jóvenes por no aplicar al modelito correcto de existencia es absolutamente desalentador, reprochable, inaceptable y sí, lo diré por sobre todas las cosas es abominable, es una gran abominación a la paz que estamos tejiendo.
Hago una invitación frontal a desarticular un idiota por día sin dejar de respetar sus valores, porque sus valores también son parte de sus derechos, les reto a respetar sus ideas sin permitir que sus valores atropellen los derechos humanos. Soy madre y ya no quiero que un solo colegio diga con el pecho estirado y lleno de orgullo que educa con énfasis en "valores" porque esa palabra está prostituida por los enemigos de los derechos humanos. Exijamos que todos los colegios eduquen con énfasis en derechos humanos.
Tengo la certeza en mi corazón y razón de que quien conoce sus derechos nunca dejará de cumplir con sus deberes, quien es educado en derechos humanos siempre velará por lo justo, quien conoce los derechos humanos sabe que el respeto es la mejor oración a la vida. Hoy la educación con énfasis en valores asesinó a Sergio Urrego de 16 años no esperemos que esa misma educación asesine a nuestros hijos para comprender que es hora de que toda la ciudadanía exija que en la clase de ética se dicten los derechos fundamentales humanos en todos los colegios sin importar credo.
"Él era un defensor acérrimo de los derechos humanos, feminista, pensador crítico" afirmó la profesora Olga Milena Jankovich Directora del Liceo Normandía donde Sergio Urrego cursó con honores la primaria, Olga Milena afirma que cargará por siempre el sin sabor de no haber hecho más.
Pienso que toda la sociedad en pleno debe sumarse a un clamor de exigencia que pida educación en derechos humanos desde la primera infancia. Por mi parte seguiré marchando todos los días exigiendo almas, cuerpos, mentes y vidas putamente libres.
No esperemos más víctimas, actuemos ya.
Exijo pena de muerte para los valores asesinos.
Mar, 09/09/2014 - 07:45
Hace unos años conocí la palabra homofobia, siempre me cayó mal. Desde el primer día que la escuché me sonó ridícula, desde todo punto de vista y en todos los sentidos. Sin embargo, la