“La información es el activo más valioso de una compañía”, escuché decir recientemente en un foro de mercadeo al que asistí. Esta afirmación, pudiendo ser discutible, enmarca uno de los retos más grandes que se tienen tanto en la academia como en la industria, y es: cómo logramos almacenar, procesar y analizar grandes fuentes de información.
Desde el lado de la academia, el reto que se tiene a nivel país es formar alumnos que tengan alta capacidad de comprensión y análisis de datos desde el colegio. En esta materia el país ha avanzado, pero en un entorno donde la competencia es global continúa siendo preocupante el ocupar el puesto 59 entre 70 países en las pruebas PISA, con resultados por debajo de los países de la región en matemáticas y lectura.
En el ámbito de las carreras administrativas, el mundo está demandando que las personas se formen en competencias técnicas relacionadas con el mundo de los datos, el manejo de herramientas de Bigdata y la comprensión de los principios básicos de la estadística. Estas competencias que antes eran propiedad de pocas carreras deben tener un peso mayor, y en algunos casos existir, en la formación universitaria de los profesionales colombianos.
Desde el lado de las empresas, existen tres desafíos importantes (no los únicos), el primero está en la capacidad de conseguir información, pues existiendo fuentes libres de la misma, muchas compañías desconocen de su existencia y por consecuencia no la utilizan correctamente (El DANE por ejemplo). El segundo reto es para quienes ya han conseguido grandes volúmenes de información, el cómo almacenar, analizar y procesar los datos. En este sentido aparece un costo de tecnología, pero también un tema de cultura: a los colombianos nos gusta hacer nuestros reportes en Excel, quizá por que sabemos cómo usarlo o por que no tenemos otras opciones, pero la realidad es que cuando hay grandes volúmenes de datos el Excel (sin power pivot) puede no ser la herramienta más idónea. Por último, el tercer desafío aparece cuando se ha logrado conseguir, almacenar y procesar los datos, pues ante tanta información es necesario analizarla y volverla acciones tangibles para el negocio, pues se corre el riesgo de llegar a “parálisis por análisis”.
Llegado a este punto, la invitación es a prestarle atención al tema, si bien hay muchos más desafíos de marco legal, de calidad de información y de recursos, los gerentes, empresarios y académicos debemos darle una pensada a cómo se está gestionando la información en las empresas, cómo la vemos en 10 años, cómo nos estamos preparando para competir globalmente.
