Las raíces históricas de Auschwitz deben, pues, ser descubiertas en la civilización occidental, en su cultura y en sus relaciones sociales. E.Mandel
Tras la masacre de París, en la que perdieron la vida 12 periodistas de la revista Charlie Hebdo. El gobierno francés tras condenar los ataques (como lo hubiese hecho seguramente cualquier gobierno), convocó para el domingo 11 de Enero una multitudinaria movilización para rechazar el atentado contra la revista y contra un supermercado Kosher, en la que asistieron según varias cifras entre un millón y tres millones de ciudadanos, movilización que estuvo liderada por Hollande a la cabeza y en compañía de los más altos dirigentes políticos de los Estados Europeos e Israel, entre ellos Merkel y Netanyahu. Como hecho destacable se encontraba también entre los marchantes Mahmoud Abbas, pero teniendo en cuenta que no es oficialmente un Estado, el Palestino, fue menor su jerarquía de representatividad de poder (comparado con quienes junto a él marchaban), aunque es un gesto altamente simbólico.
Sin embargo, no resulta exagerado decir también que toda esa “solidaridad” no es más que mera hipocresía de estos dirigentes y de la gran industria mediática mundial. No deja de ser una falacia, el argumento de que ante las tragedias humanas el mundo se solidarice genuinamente a favor de esa humanidad que a diario deja a su libre albedrio la muerte de miles, sino millones de personas que son víctimas de las políticas de dominación que esos dirigentes que ayer marchaban a favor de los derechos, de la libertad y la dignidad humana, son a su vez los responsables de la reproducción de la violencia generalizada que se vive en numerosas latitudes del mundo. Basta con recordar que en la misma semana en que este mundo “libre” salía en defensa de los más altos valores de la humanidad, cerca de (DOS MIL) personas caían asesinadas en Nigeria de manos de los seguidores del asesino Boko Haram con las armas que ese mundo “libre” comercializa. Así las cosas, aún el mundo “libre” no marchó por esta tragedia de la humanidad.
Tampoco es cierto que la humanidad se solidariza ante “el terrorismo”, ni los gobiernos se sensibilicen siquiera con sus propias tragedias. Hablo de gobiernos “libres” que sufren tragedias similares o más aberrantes que las de París. Un ejemplo: México, con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Dónde la intencionalidad impune y mezquina del gobierno Peña Nieto es una constante no sólo ante esta tragedia humana y sus familiares, sino con su población. Recordemos que éste es apenas un 1% de la realidad que vive este hermano país y dónde ni su presidente, ni los líderes mundiales, ni la gran prensa (que pareciera no ser libre, dado los reclamos de los últimos días) salieron a manifestarse por la humanidad de estos estudiantes y sus familiares. ¿Por qué? ¿Cómo se clasifica en la moralidad occidental, los valores vitales de la “humanidad”? (Aclarando con esta inquietud que no justifico el horror y reivindico la defensa irrestricta por la vida humana. Ningún horror tapa otro horror.) Respóndase.
@Ladinoantropos