Que tristeza es ver que los niños se hacen a la idea de acostumbrarse a ser atacados por cosas que nunca han hecho o de las cuales no tienen la culpa, siendo involucrados en religiones e ideas políticas que sólo buscan entregarle el poder a algunos, con la miseria de muchos.
El hecho concreto que inspira esta columna es el acto terrorista, inhumano y de total estupidez humana que cometieron los talibanes, atarbanes y seres sin escrúpulos, en una escuela de Pakistan con los pequeños niños que sin saber qué está pasando y que apenas están comenzando a vivir dándose cuenta de lo que se trataba la cruel vida, asesinados a sangre fría, con tiros de gracia, como decimos coloquialmente.
La indignación por estos hechos debe ser de un nivel mundial, pues fueron 132 niños los que dieron su vida para que el planeta entero se de cuenta de lo mínimamente evolucionado que es el ser humano, que aunque nos llenamos la boca diciendo que lo que nos diferencia de los animales, es nuestra capacidad de razonar, los animales en muchas ocasiones nos llevan años luz de convivencia en sociedad.
Una vez viendo a Jaime Garzón él creaba su programa de "zoociedad" y jamás he visto un nombre de un programa tan certero para dedicarse a cantarle las verdades a esta sociedad que vive sin pensar en el futuro, no saben que las acciones del presente, forja un futuro y que de las cosas del pasado debemos aprender para lograr evolucionar significativamente.
Que bueno sería no irme tan lejos, miremos lo que hace las Farc en Colombia, comenten masacres durante 60 años, asesinan niños, los reclutan y hasta usan niños bomba y por todo esto y más, reciben el apoyo de un gobierno y otros gobiernos vecinos y del mundo. Los premiarán por acabar con un país, pero eso no es raro, así pasó con el ingeniero que construyó la torre "space", le iban a dar un premio y un reconocimiento. Así somos, así es Colombia.
Qué pensaría Einstein al ver que la estupidez humana sí era infinita, que nosotros mismos vivimos en un mundo en donde todos nos hacemos los ciegos y sordos, hasta mudos queremos ser frente a las injusticias de la humanidad y vivimos conformes con la miseria que nos ofrecen.
El calentamiento global es algo sumamente importante, pero no, aun así siguen botando la basura al piso o acabando con los árboles. Así es el humano, le gusta autodestruirse, matando en nombre de un Dios y una religión o creando pobreza en nombre de la democracia y el socialismo.