Es sorprendente la cantidad de cosas que nos enseñan desde niños, cosas a las cuales nunca les vemos nada malo o ningún trasfondo, muchas de esas cosas quedan en conocimiento de básica primaria y recuerdos de jardín. De niña, me enseñaron la popular canción infantil llamada «Mambrú se fue a la guerra», yo la aprendí y la repetía como lora, es más, hoy que pienso en el enunciado automáticamente recuerdo la siguiente frase «que dolor que dolor, que pena» y así podemos cantarla todos al son que vamos leyendo el texto.
Al crecer, esa canción quedó en el pasado, justamente como ronda infantil, al igual que «Sol solecito» o «Los pollitos dicen». Un día, no hace mucho, recordé y canté la particular roda, como no me acordaba sino de la primera estrofa decidí buscarla y me llevé una tremenda sorpresa.
Aparece fácilmente en Wikipedia[1]. Por supuesto empecé a “enterarme” de cosas que de niña nunca me enseñaron, pues la famosa canción infantil no nace de la nada. Fue así como “descubrí” algunos datos que me fueron obviados, creo que igual no los hubiese entendido en aquella colorida época de jardín. Así que contaré algunos, por si no les interesa ir a Wikipedia o como diría Jaimito el cartero del Chavo «para evitarles la fatiga».
[youtube width="540" height="360"]http://www.youtube.com/watch?v=HsSDqMJ5YYA[/youtube]
Dato 1: es una canción originalmente francesa llamada «Marlbrough s'en va-t-en guerre».
Dato 2: su marco histórico hace referencia en el año 1709, tras la batalla de Malplaquet en el marco de la Guerra de Sucesión Española.
Dato 3: los franceses (los derrotados) compusieron la canción creyendo que su enemigo John Churchill, el duque de Marlbrough, había muerto.
Dato 4: la canción no fue compuesta con el ánimo de ser triste o hacer referencia a un momento de nostalgia, por el contrario, la intención era burlesca y bastante pintoresca.
Dato 5: tras la difusión de la canción, en España, le cambian el nombre de Marlbrough por Mambrú, pues era más fácil de pronunciar.
Dato 6: de la famosa canción existen versiones, como países, pero para efectos del texto hablaré de la versión colombiana.
Dato 7: en Colombia la canción no empieza como usted imagina o recuerda «Mambrú se fue a la guerra, que dolor, que dolor, que pena, Mambrú se fue a la guerra, y no sé cuándo vendrá, do re mi, do re fa, no sé cuándo vendrá». Pues no, esa viene siendo la tercera estrofa.
Lo importante acá, o al menos para mí, es la forma cómo se va desarrollando la historia del personaje en cuestión. Era un joven de 18 años que se fue a la guerra y claramente no saben la fecha de su regreso, tan solo especulan y ven pasar las fechas sin el retorno de Mambrú. Es el cartero quien anuncia la muerte del desdichado personaje (¿el cartero por qué sabía?, ¿acaso violó la correspondencia?), cuenta los detalles del entierro, curiosamente allí como en Venezuela también hablan los pajaritos, no hablan de presidencias, sino de descanso en paz (una analogía que a mí me causa gracia, teniendo en cuenta el “curioso” presidente de nuestra “hermana patria” y del descanso de su ex presidente).
Leyendo esto, entiendo porque posiblemente en los jardines sólo enseñan ese pedazo de la canción. No imagino a la profesora (o la miss, como le llaman hoy) tranquilizando a los niños que lloran por la muerte del protagonista (es como si en los cuentos murieran los protagonistas; Disney solo mata a los malos o algunas veces el personaje principal tiene tan mala suerte que le matan a la madre o el padre). Imaginemos a la profesora mostrándoles el lado amable del asunto (no a todos nos hablan los pajaritos) o explicándoles por qué Mambrú, al igual que los padres de este, tuvo que seguir la carrera militar e ir a la guerra. Se imaginan cómo quedaría la profesora donde un niño le pregunte con sus palabras, claramente, ¿qué pasa con la objeción de conciencia en ese caso?
Mejor dicho, apague y vámonos, que el golpe de tan burlesca canción, estos pequeñines, no lo sientan nunca o que los agarre de grandes y ellos verán qué hacer con la ronda, al fin y al cabo cuando crecen, las personas se dan cuenta que la vida tiene sus pequeños traspiés, y que cada quien habla según como le vaya en la fiesta.
Sin contar que la miss tendría que explicarles, que ellos, dentro de unos años y gracias a las decisiones de los grandes, tendrán que ser los Mambrús de nuestro país, pues serán obligados a ir a la guerra sin saber si volverán do re mi, do re fa, es la simple realidad.
A mí la canción realmente me parece cruel, al menos para los niños de jardín, esa época debe ser de juegos, colores y pinturas en las manos, no de pensar en guerras y muertes absurdas, menos aún en lo que les depara el destino a los hombrecitos del curso.
@AndreMColorado
"Mambrú", la canción infantil sin erratas
Lun, 05/08/2013 - 00:00
Es sorprendente la cantidad de cosas que nos enseñan desde niños, cosas a las cuales nunca les vemos nada malo o ningún trasfondo, muchas de esas cosas quedan en conocimiento de básica primaria y