Soy amante de Gustavo Petro

Lun, 07/07/2014 - 06:15
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[caption id="attachment_397623" align="alignnone" width="300"]Prometió que nos reuniríamos nuevamente Tratando de seducir su política humana creo que fue en Julio del 2013.[/caption]   [youtube]https://www.youtube.com/watch?v=XL_T8PPZP_I[/youtube] [caption id="attachment_397625" align="alignnone" width="300"]Recuerdo que a los ojos me dijo que si se podia Fueron unos minutos que pude robarle.[/caption]   [caption id="attachment_397619" align="alignnone" width="300"]Petro le dió la palabra  a una mujer sin representar esta multitudes  ni votos Petro le dió la palabra a una mujer sin representar esta multitudes ni votos[/caption]   No existe historia de amor mas intensa que aquella que fluye del amor por la justicia social. No existen orgasmos  más memorables que aquellos que producen las almas libres sin contacto alguno. No soy una mujer con influencias políticas, ni poderosa, mucho menos pertenezco a las élites de poder socio económico de Colombia, tampoco tengo el poder que da la belleza física a una mujer  y como si fuera poco a falta de falencias tampoco tengo el respaldo que da la academia como pensadora o como profesional. Simplemente soy una ciudadana más entre tantas y tantas en el país del sagrado corazón haciendo camino al andar. Debo confesar que no siempre amé a Gustavo Petro . Recuerdo que en su campaña le hice oposición del mismo modo que se lo hice a la segunda elección presidencial de  Alvaro Uribe porque mi sueño idealista es que ninguna persona que haya defendido lo que a su juicios es justo con armas, sea un liderazgo político, yo  tenía miedo, ese miedo que inyecta la ignorancia por toda la historia de nuestro país y los tantos mitos y leyendas sobre la realidad, por eso aún cuando sabía que Petro tenía brillantes ideas e ideales yo no le creía como no le creo a la gran mayoría de políticos en el país. Fui una crítica radical de su campaña porque muchas cosas no me agradaban aún cuando amaba sus discursos pero lo que más me incomodaba era saber que al final la mayoría de políticos Colombianos no pueden decir que tienen las manos limpias de impiedad, injusticia, complicidad y mediocridad. Cuando ganó las elecciones me dio risa ver como buena parte de esas personas que conocí haciéndole oposición a su campaña de repente resultaron siendo “amigos y aliados ” sin saber que también yo terminaría estrechando su mano convencida de sus políticas. Yo sólo sabía que con Petro de alcalde o sin él, en mi corazón existía un compromiso que va mas allá de todos los colores políticos el compromiso de decirle a un país que cada vez somos más las mujeres que estamos militando sin armas, sin violencia, sin odio y también sin permisividad por calles de opresión exigiendo calles para mujeres libres, que necesitaba empezar a dar a conocer el discurso de un feminismo artesanal que no había tenido mucha aceptación por quienes saben de feminismo, un feminismo “inventado” por mi y, primeramente para mí y luego para todas las personas que quisieran tomarlo para sí, había escuchado a Petro hablar de inclusión social cuando yo estaba viviendo la exclusión por ser una puta por sospecha, por no querer gritar afirmando o negando que soy prostituta para según consejeras de oficio dizque darle legitimidad a mis discursos, no quise por considerar que eso es absolutamente irrelevante si se trata de derechos que no se pierden con nuestra profesión u oficio, por hablar públicamente y sin tararear que todas las mujeres somos putamente libres y que nuestra dignidad no estaba ligada a lo que hacemos o dejamos de hacer con nuestra vagina. Ya estaba agotada de tocar una y otra vez puertas que en teoría se suponía debían abrirse porque al final todas estábamos hablando de la realidad de la mujer pero seguían contestando los protocolos y no los corazones abiertos entonces un día me decidí por dejar mis prejuicios sobre la persona que se supone que es Gustavo Petro y empecé a buscar los números de las personas que eran cercanas a él y me les convertí en el mas molesto e incomodo cólico menstrual soportando que me dijeran que no podían hacer nada, que no había agenda y entonces me comporté como la más insoportable de todas hasta que alguien decidió darme el numero de la persona más cercana  al señor alcalde en ese momento. La llamé y tuve que esperarme casi tres semanas para recibir la cita con la desgracia de no poder asistir a ese primer encuentro porque antes que activista soy mamá y mi responsabilidad y compromiso con mi hija esta por encima de cualquier cita, llámese cita con el  presidente de la república, el papa o cualquier otro poder, yo no soy de esas señoras que tienen dinero para pagar niñeras, yo vivo mi día a día contando monedas y pensando en como invertirlas… El tema es que yo que no soy más que una singularidad cancelé la cita con el señor alcalde y me expuse a perder la oportunidad para hablarle a los ojos de la causa que me atañe sin embargo de osada pedí que re programáramos y fue así que deje la puerta abierta, en la siguiente cita me cancelaron por temas de ultima hora, entendí que esas cosas suceden y otra vez se agendó pero yo perdí la esperanza no creí tener mas suerte de la que ya había tenido.   Cuando me llamaron no lo podía creer, al fin fui y a los ojos le hablé más de veinte minutos entre todo lo que le comuniqué le dije que yo no había votado por él y que tampoco quería que fuera el alcalde de Bogotá pero que irónicamente había sido él la única persona en prestarme atención con seriedad en las estancias de poder en el país de los protocolos y las respuestas inciertas. Le manifesté que eso me bastaba para entender que mas allá del pasado estaba el presente y si quienes alardean de no tener un “dudoso” pasado y por eso merecer el poder político ignoraban la voz de una ciudadana como yo ellos no merecían que las mujeres de a pie les creyeran algo de lo  que manifiestan en sus discursos. Le dije muchas cosas que tenía atravesadas en mi garganta pero no alcanzamos a concluir nada pidió que por favor agendáramos una cita para después con varias personas reconocidas que tienen trayectoria en estos temas le comente que a mi no me querían en esos espacios y que dudaba mucho que les interesara escucharme a lo que respondió : Sé lo que es hablar con quienes no quieren  escuchar  y  tampoco soy  muy querido por muchas personas.   Luego estalló la ekatombe que todos conocemos ya,  esa maldita persecución que aún no cesa de parte del enemigo de todas las libertades el señor inquisidor Alejandro Ordóñez y la agenda del alcalde se convirtió en la agenda de la defensa de la democracia y de la Bogotá Humana entonces le avisé a la mesa de trabajo de feminismo artesanal y de la marcha de las putas en Colombia que apoyaría vehemente la defensa de esta alcaldía aun cuando no había votado por ella, aun cuando no tenia claras muchas cosas. Yo soy una mujer de libertad y democracia sólo sabía que si Petro tenía que irse no sería a manos de Alejandro Ordóñez quien se ha dedicado a usar su poder para perseguir a quien piense, diga y viva diferente. Algunas mujeres que siguen el activismo que promuevo no estuvieron de acuerdo pero me basto con que mis compañeras de lucha, que han sudado la camiseta conmigo hombro a hombro respaldaran esta iniciativa, así fue que decidí ir a una de las tantas convocatorias que hizo el señor alcalde a los movimientos sociales y acercarme para preguntarle si se acordaba de mi ya que habían pasado meses desde el único encuentro que habíamos tenido, sentada a su lado en esa mesa donde se sientan las personas importantes yo le dí importancia a la voz de nosotras las que decimos todo lo que se supone que no se debe decir en publico y le miré a los ojos después de que me respondió que si me recordaba, pregunte mirándole a los ojos  ¿Puedo señor alcalde hablar en público y explicar porque lo respaldo? respondió : ¿Aquí? y yo repliqué : No, el nueve de enero en el balcón, en plaza de Bolivar, él me me respondió bueno nos vemos ese día. Dejé mi hija al cuidado de su padre, anuncié en redes sociales que daría mi discurso en plaza de Bolivar junto al señor alcalde, las mas de 10.000 personas que siguen mis redes sociales leyeron y puedo imaginar que muchas personas no creyeron lo que dije. Yo le creí al alcalde, para mi su palabra fue firma en piedra y estaba gozosa porque hablaría de las mujeres putamente libres en una sociedad de doble moral y dobles discursos como ciudadanas votantes que estábamos convencidas que teníamos que respaldar la democracia marche en compañia de una feminista artesanal que viajó desde Sogamoso ese día para al fin vernos a los ojos y acompañar a Petro quien para nosotras es el defensor de la diversidad en el país. Cuando llegamos a plaza de Bolivar me estrellé con la realidad de que no podía pasar, que el señor alcalde no había dicho nada sobre mí. Tenía la responsabilidad de llegar al balcón porque ya le había dicho a todas que ese día hablaría, tampoco quería que mis compañeras de lucha pensaran que todo me lo había inventado o que yo estaba exagerando y el señor alcalde no me había dicho que si me dejaría hablar. Puedo sobrevivir a millones de etiquetas a la etiqueta  de " puta, de loca, de desadaptada, de necia, de ignorante y hasta de problemática"  lo que les apetezca a quienes  les incomodan mis discursos y opiniones, pero no puedo vivir con la etiqueta de MENTIROSA o FANTASIOSA. Tuve que hacer muchas maromas para lograr que el señor alcalde me viera ese día y recordara su palabra dada, con innumerables dificultades me pase el nodo de seguridad, pase la línea que separaba a Petro de la multitud con la ayuda de una joven mujer que me dijo que me ayudaba para que dejara de joder y debajo del balcón grite: Petro!! La policía me abordó y les dije que de allí sólo saldría de dos modos que el alcalde me mandara a llamar o presa, les conté que el alcalde me prometió ese espacio y les dije que si él no quería ya darlo yo esperaba que me lo dijera a los ojos del mismo modo que cuando lo había prometido… Al fin el señor alcalde me vio y me saludó con una mueca muy similar a la que hace el papa cuando pasa en el carro papal saludando a todos y todas y el policía me dice: Vea que ya la saludó, recuerdo que le respondí: Señor yo no vine por el saludo del alcalde, vine porque él me dijo que yo podía hablar a su lado. El policía ni nadie me creía lo que yo contaba pero a mi no me importaba, no iba a quedar como una mentirosa fantasiosa ante las tantas y tantas mujeres que me habían escrito que estarían pendiente de lo que yo dijera, prefería ir presa por disturbios si pararme firme  allí debajo del balcón era considerado  un disturbio, antes de no tener la oportunidad de probar que no soy una mentirosa o fantasiosa de repente cuando yo había perdido la esperanza y pensé que primero me llevarían presa baja una de las mujeres de confianza del señor alcalde y me dice : “El señor alcalde me mando a bajar por ti, que tu discurso por favor no sea de partido político ” Le respondí que yo no era partidista cosa que suponía el señor alcalde ya lo sabía. Me dijeron que no podía hablar más de cinco minutos a lo que no respondí nada aunque pensé ¿Como diría todo lo que tenia que decir en sólo cinco minutos?. Cuando subí al balcón tristemente me di cuenta que el señor alcalde no tenía claro mi discurso aún cuando hablamos veinte minutos. Él me presentó como "María Candela"  pero amablemente corrigió cuando le replique:  "yo soy Mar Candela" . Lo del nombre no me sorprendió tanto como la idea que dejó de que yo era representante de las prostitutas, no lo corregí,  no me pareció prudente en ese momento, lo que si hice fue entregar mi discurso de la libertad de las mujeres con toda la pasión de la revolución que llevo en mi cuerpo. Al final aunque me entristecía saber que el señor alcalde no tenía clara mi bandera me dio mucha alegría que por las razones que sea cumplió su palabra a una mujer que no le representaba absolutamente nada políticamente hablando, y la verdad puedo disculparle mucho a un hombre poderoso que no invalida la voz de una mujer por ser desconocida y sin poder, también  debo decir que logro respetar y admirar a un político cuando sin importar su investidura sabe escuchar el corazón de quien no representa nada en su caminar. Un político que le da la voz a una mujer que no lo sigue ciegamente, que no voto por él, que tiene muchas preguntas por hacer y que no representa una cifra determinada de votos, es un político honorable. Yo entendí ese día que Petro no tenia un discurso él es su discurso. No puedo serle fiel a él ni a nadie porque yo solo le soy fiel a mis principios  mi lealtad obedece unidamente a la justicia pero me declaro amante de su gallardía, amante de su coherencia y sobre todo amante de sus pensamientos que aún no logro leer del todo pero que sé  vienen de la defensa de los derechos legítimos me declaro su amante en la distancia pero no como esas amantes que sueña orgasmos físicos si no como aquella que sueña orgasmos intelectuales porque lo reconozco como un gran pensador, sigo siendo critica de algunas de sus metodologías pero nada ni nadie puede convencerme de que Petro es un mal ser humano, mal político o que es una persona incoherente porque definitivamente yo no soy de las que le creo a la fama ni a la reputación de alguien yo le creo a las experiencias personales. Dicen por ahí  que es un arrogante, que es un egocéntrico, que es un dictador… Reconozco que tiene medidas que desde donde yo lo veo son absolutistas como por ejemplo la odiosa  ley seca en el mundial  de fútbol, medidas que no me agradan pero no creo que sea por dictador,  creo firmemente que lo hace por amor, amor a la vida. Yo no justificaré nunca jamás este tipo de medidas pero en Petro no las veo dictatoriales quien haya podido ver sus ojos de cerca cuando habla de las políticas humanas, de la vida sabrá que el sabe que no hay tiempo para dar clases de sobriedad y equilibrio y que un hombre como Petro no puede dejar que se maten sin hacer nada, creo firmemente que esa medida no cambia nada pero si deja a Petro con su conciencia tranquila de no haber sido el alcalde que se hizo el ciego a los asesinatos por celebraciones  del mundial en Colombia, estoy convencida  que a nuestros políticos les hace falta entender que la campaña de amor, paz y respeto a la vida se hace todo el año y no solamente en elecciones que este país de violencias heredadas. Colombia necesita pasar por un proceso educativo absolutamente respaldado por los medios de comunicación porque aquí lo que no sale en tv no existe y es nuestro gobierno el que debe invertir en esas campañas de amor que cambien la cosmovisión colectiva de la ciudadanía sobre el valor de la vida y la búsqueda de la paz, un sólo hombre no puede detener la violencia de la capital y menos de un país. Petro tomó medidas con las que no estoy de acuerdo pero comprendo perfectamente sus intensiones y sigo admirándolo y respetándolo profundamente aún cuando le pregunté por las redes sociales que si la vida le permitiera ser presidente de la república ¿Nos impondría cosas por nuestro propio bien?  y no me respondió nada,  aún cuando  hace rato  no sé nada de él, no sé si ha leído mis tweets, ni siquiera sé si se enterará de esta nota que he escrito y que dejo claro no escribo para él, porque yo siempre le escribo a un país que debe entender que la política son hechos y no discursos. Escribo porque debo decir que guste o no, Petro ha mostrado discursos con acciones y ha escrito la paz no con tinta si no con actos concretos. Equivocado o no,  le ha apostado a la diversidad, a la convivencia en la diferencia, le apostado a nuevas dinámicas políticas en un país de roscas y engaños donde el pueblo no sabe a quien creerle ya. Recuerdo en la marcha de las putas del 2013 cuando yo no sé quien dio la orden de que la publicidad de la marcha de las putas no usara la palabra puta y yo le escribí a Petro en su twitter insistentemente preguntando porque la marcha de las putas no podía tener la palabra puta, respondió después de unos tres tweets. No se que resolvió pero a menos de dos horas ya teníamos un pasacalles que decía marcha de las putas en Colombia. Él no tenia porque responder nada y mucho menos resolver y no digo que no era su deber hacerlo, lo que digo es que en este país ningún político le responde a una mujer como yo, porque yo le puedo representar más problemas que otra cosa por no ser sumisa y no dedicarme a obedecer a todo lo que se me dice. A hora sigo esperando la cita prometida desde mediados del 2013 para poner sobre la mesa el tema de las mujeres que no formamos parte de los círculos sociales aceptables, de aquellas que no portamos carnet ni diplomas que nos hagan ver importantes … De aquellas que se supone no nos portamos bien por pensar, decir y vivir diferente . No tengo idea si el señor Alcalde quiere sacar agenda para ese tema conmigo como se comprometió antes de que ardiera Ordóñez y sus amigos los inquisidores detrás de su cabeza, no sé si toda su atención fue protocolaria o real y en este punto tampoco  me importa,  no me importa porque desde el día que el señor Gustavo Petro por las razones que sea respaldó la causa que me atañe en el 2013 sin conocerme y sin entender de que hablo, me dejó claro que no es un político más del montón, no me importa saber si soy un cólico para él o si de verdad le interesa  mi bandera porque desde el día que me dio la palabra en público, le abrió las puertas del país a mis discursos y con eso las mujeres políticamente “incorrectas”  como yo vimos nacer la esperanza de ser escuchadas con atención real. Lo que me importa saber es que para ser el político más “arrogante, soberbio y pedante ” según la opinión de muchas personas, ha sido el político con oídos abiertos para la causa que busca  una sociedad que no divida a las mujeres en “dignas e indignas” según su estilo de vida …"La sencillez" de otros políticos no le ha abierto las puertas a esta causa porque no les prometo coaccionar a las mujeres a que voten por ellos sin antes estar segura que son políticos honorables y de palabra. Aunque Noticias Uno se atrevió a informar que Petro al permitirme hablar en el balcón me uso a mi como “estrategia política”  para ganar más adeptos, aún cuando pedí  el favor que rectificaran me ignoraron y dejaron la imagen de que Petro es un oportunista más que usa a “cualquiera” para ganar fanáticos; enojada por la impotencia de no poder decirle al país que eso no fue así y que si vamos a hablar de oportunismo se trata de mi oportunismo y no el de Petro, me declaro culpable de ser una “oportunista” por “pelear” frontalmente espacios socio-políticos donde pueda hacer que mi voz sea escuchada en nombre de todas las voces de las miles de mujeres que sin conocer caminan y luchan a mi lado por sociedades para mujeres putamente libres . Siempre que vea la oportunidad de tomarme la palabra lo haré.  Mientras sea necesario hasta que llegué el día que definitivamente los espacios se abran naturalmente  a esta razón justa. Yo me declaro absolutamente seducida por los actos concretos de este hombre de luces y sombras que puede desilusionar a muchas personas  por ser fiel a sus convicciones antes que a las expectativas de sus seguidores. Yo mientras sepa que Petro no es un corrupto, mientras sepa que hará todo lo que esta a su alcance porque la diversidad sea la bandera de la paz y no hablo sólo de diversidad sexual si no, diversidad de pensamiento, diversidad política, diversidad cultural y religiosa , diversidad humana. Mientras sepa que Petro es un hombre a favor de un país que ama la convivencia en la diferencia, yo en la distancia caminaré a su lado y  haré uso de todos mis espacios para respaldar el objetivo que persigue. Porque sé que una Colombia diversa supone un país para mujeres libres. Mar Candela – Activista Colombiana
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