Y mientras tanto en Buenaventura y Chocó...

Entiendo la reacción ante la destitución de Petro y la decisión del presidente de no acatar las medidas cautelares de la CIDH, pero al mismo tiempo considero que no podemos perder de vista otras situaciones graves que ocurren en Colombia y merecen toda nuestra atención. Mientras los medios se agolpan entre la plaza de Bolivar, la procuraduría y la Casa de Nariño para saber que va a pasar con la Alcaldía del Bogotá, Casanare muere de sed, a Unguía se lo comen las llamas ardientes y Buenaventura  se convirtió en la ciudad más insegura  del mundo. Si, es cierto que la crisis democrática que está generando la decisión del Presidente al darle la espalda a la CIDH es grave, pero la opinión pública no puede permitir que este tema se convierta  en una cortina de humo que termine tapando la crisis que vivimos en muchos aspectos. Que pensemos sólo en Petro le conviene a la campaña "Juan Manuel Presidente" y al cuestionado Gobernador del Valle para tapar sus fallas de gestión y las falencias gravísimas que tienen en política social. Y no es sólo una cuestión de los medios de comunicación. Nos corresponde como ciudadanía exigir del Estado una respuesta ante situaciones que pongan  en riesgo  la vida de las personas.  En Buenaventura sólo este año mas de 150 personas han perdido la vida en medio de la crisis de seguridad y la reacción estatal fue mandarles militares, como si eso arreglara todo. De hecho, esta comprobado que la militarización de las poblaciones sólo incrementa el riesgo para la población, sobre todo donde hay presencia de grupos armados ilegales. O si no preguntemos lo que pasa en Cauca con experiencias similares. La batalla democrática se debe dar en los estrados judiciales, en las calles, en la OEA, no en los medios. Muchos funcionarios que deberían estan ocupandose de la situación en Buenaventura, estan muy involucrados en el asunto Petro, y eso no necesariamente es positivo. Honestamente prefiero ver a un fiscal general ocupado en la investigación de los crimenes atroces ocurridos en el puerto,  que proponiendo desacatar ordenes de la CIDH, cuando no le compete decidir al respecto. Yo le diría a la gente: Si, hay que apoyar a Petro y hacerle seguimiento a su situación, pero sin perder de vista a nuesrta gente del pacífico, tan abandonada por nosotros y por el Estado. Recuerden que en Mayo tenemos elecciones y la única mánera de expresar nuestro descontento es no reelegir el proyecto político que nos tiene en esta crisis insitucional y política.