Héctor Rivera nació en Ibagué y solo estudió hasta tercero de bachillerato, pese a que su padre fue farmacéutico. Aún así, el producto que creó tiene más reconocimiento popular del que haya logrado cualquier colombiano con ese título.
Como era costumbre entre los niños y jóvenes de su época, Rivera se salió de estudiar para dedicarse al trabajo. Por mucho tiempo estuvo al frente de la farmacia de su tío. Cuando se sintió listo, decidió emprender: abrió la droguería Selecta en Ibagué en 1952.
En una época de vacas flacas, cuando se vio ahogado con las deudas de los proveedores, consideró la posibilidad de cerrar su negocio. El vendedor de los productos de Schwarzkopf, el alemán Klaus Walter Miller, lo motivó a seguir adelante y convenció a sus colegas de darle una espera para pagar.
El alivio que se frota
En 1965, un farmacéutico llamado Ramón Reyes Galvis motivó a Rivera a crear un producto insignia para su droguería, de modo que todos fueran a buscarlo allí y en ningún otro lugar. Entre los dos se inventaron una pomada para los dolores musculares.
Para dar a conocer el producto entre los ibaguereños, aprovecharon un evento multitudinario: la bienvenida de la Señorita Colombia de ese año, la armerita Edna Margarita Rudd. Desde un helicóptero y con unos paracaídas de plástico para evitar porrazos, varias muestras de Dolorán fueron repartidas entre los entusiastas asistentes. A Rivera también se le vio visitando muchas zonas rurales para hacer demostraciones de su pomada milagrosa.
Dolorán es, más que una pomada, una brillante y clásica estrategia publicitaria. Por sus años de experiencia atendiendo a los clientes de la farmacia, Héctor tenía idea de lo que las personas querrían comprar y cómo convencerlos de comprarlo. Eso le ayudó a darle el nombre al producto y escribir las cuñas de radio y televisión, que fueron leídas por el fallecido locutor Cristóbal Américo Rivera, quien era su hermano y además era médico.
De Ecos del Combeima, la emisora que acogió a Cristóbal Américo en sus primeros años de carrera radial, la cuña saltó hasta 38 emisoras de todo el país. Se regó la bola y se expandió el negocio. Los Laboratorios Herigar, donde se hace este producto junto con la Crema Única para Niños, se tomaron las instalaciones de Selecta definitivamente.
El reconocimiento
Héctor Rivera se convirtió en una figura distinguida entre la sociedad tolimense gracias a su invento y la estrategia publicitaria que lo respaldó. El éxito de su producto le dio para patrocinar una Vuelta a Colombia. Su prestigio lo convirtió en el presidente de la emisora Ondas del Tolima y hasta del equipo de fútbol Deportes Tolima, del cual era hincha de hueso colorado.
