Esta frase del psicólogo estadounidense cobra mucha importancia en mi carrera. Ser apasionado por mi país es la base sobre la cual he trabajado desde que llegué al Congreso, primero como Representante y ahora como Senador, sacando adelante varios proyectos y lo más importante de todo, por el camino recto, sobre mi hoja de vida no recae ninguna investigación. Y ahora que estamos en la recta final de una campaña en la que busco seguir siendo Senador, esa pasión y la energía de trabajar todos los días por Colombia no se apaga, todo lo que hemos vivido en estos meses de campaña ha hecho que el sentimiento aumente.
Desde que iniciamos nuestra campaña para repetir un escaño en el Senado, hemos recorrido Bogotá, Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cauca, Tolima, Santander y Norte de Santander, hermosos departamentos de nuestra geografía, siempre acompañados por el mejor equipo y prestos a escuchar a nuestros compatriotas. Sus preocupaciones por la seguridad, la economía y un mejor futuro las tomamos como nuestras, ese sentir del pueblo es el motivo por el que quiero volver al congreso.
Encontramos en cada lugar que recorrimos gente apasionada por Colombia, que trabaja con el corazón. Los que somos apasionados por esta bendita tierra que Dios nos dio, tenemos la meta de hacer de nuestro país un lugar con oportunidades para todos, creemos que la justicia es el mejor camino para llegar a la paz y que las instituciones y todo el empresariado deben ser defendidos de intereses oscuros, que son una amenaza latente para millones de familias que se benefician de los empleos que las empresas generan.
La campaña va llegando a su fin y no ha sido nada fácil. Soy un jóven con experiencia, que hace política limpia y por eso veo con gran preocupación como a personas como yo, que buscan debatir con ideas, nos abren pocos espacios, pero los que si se roban todos los titulares, son los escandalosos. Temas como el de AIda Merlano y Alejandro Char, las vallas publicitarias con mensajes negativos como la de Katherine Miranda utilizando la palabra “abudineen” en una clara agresión contra la ex ministra Karen Abudinen, o la más reciente, denuncia, sobre la presunta red de corrupción, que involucraría al senador Mario Castaño, entre muchas otras tantas, esos si tienen gran despliegue informativo.
Ha sido campaña marcada por la violencia, en la que los terroristas buscan infundir el miedo. Atentados a bases militares y estaciones de policía, por doquier, en su mayoría ejecutadas por el ELN, que han dejado decenas de uniformados heridos, además de la explosión del sábado en la noche en Bogotá.
Tal es el punto de violencia, que recientemente atacaron con piedra uno de nuestros carros con imágenes de mi campaña en Medellín, ¡Ese no es el camino señores!, la política la hacemos con ideas, debatiendo cara a cara, tirar la piedra y esconder la mano es muy fácil, como diría un famoso comentarista deportivo “Juego limpio por favor”.
Solo nos faltan unos días para celebrar la democracia, las elecciones legislativas del 2022 sin duda alguna, marcarán cuál será el escenario que tendremos en los próximos cuatro años. Es la hora de que como ciudadanos decidamos bien, por los intereses del país, de nuestras empresas y de nuestras instituciones, los apasionados por Colombia ganaremos y trabajaremos para lograr ese país que tanto soñamos.
