Panorama de la Salud Mental en Bogotá
En medio de nuestra caótica pero muy amada Bogotá es común ver a diario a muchos niños, jóvenes, adultos y viejos que van de prisa por las calles caminando, en sus vehículos o en algún bus de Transmilenio, con caras largas, llenas de cansancio y estrés, cada uno sumergido en su propio mundo cargado de historias y emociones, desesperados por llegar a casa para intentar huir de su realidad…
Esa cruda realidad que muchas veces atormenta y no deja momento de paz. Un cumulo de tristezas y angustias que, deriva muchas veces en un trastorno mental relacionado en su mayoría a serios diagnósticos de depresión o ansiedad, a los que poco le “paramos bolas” como sociedad.
Muchas veces lo que hacemos es ocultar cualquier señal que pueda poner en juicio nuestra elocuencia, y evitamos a toda costa pedir ayuda por el miedo al qué dirán. Lo que no sabemos es que todos a nuestro alrededor sin demostrarlo, luchan cada día contra sus propios pensamientos, contra estas silenciosas afectaciones nos están consumiendo cada vez más…
Las últimas cifras suministradas por la Secretaría de Salud revelan un preocupante panorama ante el alarmante incremento de atenciones relacionadas a trastornos de salud mental que distintas instituciones prestadoras de salud les han brindado a los bogotanos. Entre el 2020 y el 2021, fueron atendidas 505.300 personas que presentaron algún tipo de trastorno mental, de estas 56% fueron mujeres y el 44% hombres.
En términos de edad, el mayor número de atenciones las recibieron los bogotanos de 29 a 59 años, seguido de las personas mayores de 60 años que presentan afectaciones principalmente por factores de abandono y ansiedad, pero los niños y adolescentes entre los 13 y los 19 años no se quedan atrás, ya que se presentaron cerca de 15.000 diagnósticos relacionados a la depresión, situación que lleva a un crecimiento progresivo de suicidios en la ciudad.
Las principales afectaciones en salud mental, están vinculadas a trastornos neuróticos derivados por estrés, ansiedad y depresión, seguido por los trastornos afectivos o desórdenes bipolares y trastornos del desarrollo sicológico, esto sin contar al otro gran porcentaje de ciudadanos que deciden pasar en silencio estos y otros padecimientos.
Solo en el distrito durante los últimos años, según un estudio de salud mental realizado por el Ministerio de Salud, se presentaron 18.336 suicidios, por lo que a nivel nacional seis personas se suicidan diariamente; siendo la tercera causa de muerte en el país, y teniendo como principales víctimas a los jóvenes.
Considero que avanzar en temas de salud mental tiene impactos muy positivos para la sociedad, en aspectos como la creación de la resiliencia mental desde una temprana edad, para permitirle a los niños enfrentar problemáticas y situaciones en un mediano y largo plazo, además de enfatizar en mantener una buena salud mental para contar con una óptima salud física.
Como mujer, amiga, esposa, mamá y Concejal, la situación de la salud mental me toca mucho, por lo que desde el año 2021 me he dedicado a trabajar en el Concejo de la ciudad en el desarrollo de un Proyecto de Acuerdo con el que busco establecer orientaciones para actualizar las medidas existentes de la Política Distrital de Salud Mental teniendo en cuenta las fases de promoción, prevención y tratamiento oportuno para reducir el impacto de los trastornos mentales en la población bogotana, y a su vez que se reconozca como un derecho fundamental de importancia para la salud pública.
También se realizará un diagnóstico de la capacidad instalada de talento humano, y en infraestructura de los servicios de salud, así como la implementación de una hoja de ruta que incluya programas y acciones de todos los actores de la salud para atender las necesidades de los bogotanos.
Teniendo en cuenta la importancia de la salud mental en los niños y jóvenes se incluirán acciones pedagógicas, para el seguimiento de casos de violencia y afianzar la alianza entre familias e instituciones educativas promoviendo el desarrollo de procesos artísticos, culturales, deportivos y espirituales para fortalecer competencias socioemocionales y prevención de trastornos mentales.
Uno de los temas que considero fundamentales y que son muy poco abordados en el ámbito de la salud mental, es la depresión posparto que sufren miles de mujeres después de haber dado a luz y se puede presentar poco después del parto o hasta un año más tarde, debido a cambios en los niveles hormonales durante y después del embarazo, pero también por factores externos relacionados a problemas laborales y sociales en los cuales muchas de estas mujeres no reciben el suficiente respaldo para salir adelante.
Otro de los retos que tenemos que enfrentar los que pretendemos poner a la salud mental como primer lugar en la agenda pública, tiene que ver con reducir la estigmatización de quienes padecen alguna enfermedad mental, procurar que este tipo de trastornos y afectaciones sean normalizadas y en lugar de generar rechazo o desconocimiento, cada uno de nosotros esté dispuesto a asumir un rol fundamental en pro de ayudar a las personas que están en nuestro alrededor, para que todos contribuyamos a la mejora de la educación, a reducir la desigualdad, los conflictos, e incluso impulsar el crecimiento económico.