El candidato Petro fue efectivo en comunicar mensajes cortos e impactantes, que marcaron la agenda de todos en la campaña presidencial. Los resultados fueron tozudos. Ello, no quiere decir que los mensajes fueran los más adecuados, claros y propositivos, con miras a generar confianza y esperanza.
No! fueron mensajes dirigidos exclusivamente a su potencial electorado. De la misma manera, le funcionó a Francia Márquez, hoy Vicepresidenta, como a Rodolfo Hernández, hoy Senador de la República. Sin embargo, esa misma estrategia no parece corresponder a la más adecuada para gobernar.
Las palabras y frases, a veces afortunadas y otras no tanto, les dieron el triunfo esperado: a Petro, la Presidencia; a Márquez, la Vicepresidencia -incluso, contra viento y marea generada en la propia orilla del Pacto Histórico-; y, a Hernández, una curul en el Senado de la República. Sobre Hernández, sigo sin descifrar que era lo que en realidad perseguía y persigue. Tengo serias dudas de que en verdad quisiera ser presidente, y sobre su rol como senador, me asaltan las mismas. Lo que sí he descifrado, es que como presidente lo habría hecho igual que como lo viene haciendo de senador: nada bien.
En campaña, expresiones como “democratizar” de Gustavo Petro o “los nadies” de Francia Márquez , buscaban atraer un electorado fértil para sembrar en ellos las semillas de la lucha de clases y fomentar el resentimiento. Acabar con la propiedad privada e invertir la dominación de “los nadies” sobre las clases poderosas del país, caló!. Sin embargo, todo eso se ha venido desvaneciendo en las primeras semanas de gobierno.
La izquierda gobierna ahora de la mano de partidos tradicionales -como el conservador- donde sus miembros hacen parte de una clase política que antes cuestionaban. Así que, la “democratización”, esbozada en campaña, ya no será tal. Y, sobre “los nadies”, la misma tía de la Vicepresidenta, la señora Rosa Emilia Solís, en pleno acto oficial en la Casa de Nariño, le dijo a los asistentes -entre ellos la vicepresidenta y el ministro Alfonso Prada- lo siguiente: “Rosa Emilia Solís no tiene ningún deber y ninguna responsabilidad de estar en este evento hipócrita”, “Sobrina, por eso nunca me identifiqué con usted y nunca lo haré. Cuando usted dijo que pertenecemos al grupo de los nadies, respeto, … pero no pertenezco a ese grupo …”.
Ahora, Gustavo Petro y Francia Márquez son gobernantes, no candidatos, y su tarea es unir al país, a los colombianos: ricos y pobres, empresarios y trabajadores, profesionales independientes, viejos y jóvenes, hombres y mujeres, etc. La estrategia no puede ser misma de campaña, y, hay que reconocerlo, tanto el Presidente como la Vicepresidenta, parecen haberlo comprendido. Claro, tienen su estilo propio, pero no son los mismos de campaña.
El problema, ahora, es que algunos miembros del gabinete - lejos de tener el talante y perfil de Petro y Márquez- se han puesto a copiar improvisadamente esa estrategia de campaña, que no les queda y, con ello, le han generado tormentas al nuevo gobierno, debiendo, más temprano que tarde, salir a pedir excusas y a decir que no dijeron lo que dijeron. Por ejemplo, la Ministra Irene Vélez con su planteamiento del “decrecimiento” y el Ministro Alfonso Prada, con la expresión: “El que lo entendió lo entendió”.
Nota: Conozco de tiempo atrás a Alfonso Prada. Sus expresiones que generaron tanto revuelo, son disonantes con quién yo he conocido. Lo identifico como un hombre respetuoso, correcto, capaz y ponderado.