En un contexto global en el que la tecnología avanza a pasos acelerados, la digitalización se ha convertido en una herramienta para que las empresas crezcan y sean más competitivas, especialmente en un mundo interconectado como el de hoy. En los últimos años, la digitalización ha transformado todos los sectores económicos, y el sistema financiero no ha sido la excepción, pues ha jugado un papel fundamental para traspasar las barreras existentes y garantizar que más personas, independientemente de su ubicación o nivel socioeconómico, puedan acceder al sistema.
Sin embargo, aunque el número de usuarios con productos financieros -de ahorro, crédito u otro- haya aumentado, en Colombia el reto de la inclusión financiera sigue siendo una prioridad, ya que más de 23 millones de personas no tienen aún acceso a la banca tradicional, según datos de la Superfinanciera. En ese contexto, la era digital ofrece una oportunidad para superar dicho desafío, facilitando el acceso a servicios formales que, sin duda, mejorarán la calidad de vida de los colombianos.
Hoy por hoy, la posibilidad de realizar pagos, hacer transferencias o acceder a créditos sin necesidad de desplazarse a un punto físico es un avance significativo. Sin embargo, esta transformación no está exenta de retos; para seguir avanzando en materia de inclusión financiera se requieren soluciones que, además de ser eficaces, sean seguras en el plano digital. En ese sentido, la ciberseguridad juega un papel fundamental y se convierte en el eje central de la digitalización del sector financiero.
En la actualidad, nuestra información personal y financiera está más expuesta que nunca, lo que ha incrementado significativamente los riesgos relacionados con la seguridad. Según un informe de la Superfinanciera sobre este tema, en 2024 se presentaron 36.000 millones de ataques cibernéticos, 29 % más que en el 2023. Ante ese panorama, las entidades financieras han reforzado sus esfuerzos para contrarrestar los ataques, destinando, por ejemplo, 510.000 millones de pesos el año pasado para combatir dicha situación1.
Lo anterior pone en evidencia que la protección y seguridad en los servicios debe ser indispensable en la medida que se busca aumentar el acceso a servicios financieros de manera digital. De esta forma, el sistema no solo será más accesible, sino también más seguro y confiable.
Particularmente en FGA Fondo Garantías diseñamos modelos de garantías completamente digitales que nos permiten servir de fiadores institucionales a tan solo un clic. Actualmente el 81% de los créditos que respaldamos se realizan bajo esta modalidad, es decir, que de los 22.000 créditos que garantizamos diariamente, cerca de 18.000 se dan de manera virtual.
Con este ejemplo, quiero reiterar que la digitalización ha sido, sin duda, un motor clave para la inclusión financiera en Colombia, llevando los servicios a sectores de la sociedad que históricamente no habían tenido acceso. A hoy, ya son 36,7 millones de adultos en el país que cuentan con un producto financiero, cifra que muestra que vamos por un buen camino, sin embargo, la tarea continúa.
Debemos ser conscientes de los retos que trae consigo esta era tecnológica y de la importancia de tener un enfoque integral que contemple tanto sus beneficios como sus riesgos. Las instituciones debemos aprovechar los avances de la transformación digital para ofrecer servicios que no solo sean más ágiles y eficientes, sino que garanticen también la seguridad de todos. Mi invitación es a seguir innovando para que más colombianos hagan parte del sistema financiero, de la mano de servicios digitales cada vez más seguros que protejan tanto a las empresas como a los usuarios, fortaleciendo así la confianza en el sector en general.