Luego del triunfo del candidato de extrema izquierda, todo el mundo en Colombia está hablando de cambio. Asunto del que, quién lo creyera, también se habla en el Cielo, tenido por muchos como el destino final de quienes en esta vida actúan en armonía con lo dispuesto por su respectiva confesión religiosa.
Lo singular es que allí, en el Cielo, el tema se maneja a través de una cuidada red de filtros que facilitan la gestión que Dios hace del Cosmos, en particular del planeta Tierra –surgido hace cosa de 4.700 millones de años–, gestión que adelanta con la ayuda de cinco Consejos, formados por seres especiales: el Creativo, que genera ideas e innovaciones; el Crítico, que las analiza y evalúa; el Asesor, que opina libremente acerca de las mismas; el Directivo, que determina cuáles se toman, cuáles no y cuándo, y el Ejecutivo, que las pone manos a la obra bajo la mirada del Consejo Creativo. No sobra precisar que el Gran Hacedor preside, con todos sus derechos, las deliberaciones.
Pues bien, se supo que hace poco se efectuó una prolongada y agitada sesión del Creativo en la que se propusieron innumerables ideas con tres objetivos esenciales: •dar un giro sustancial a la visión que muchos terrícolas tenemos del Ser Supremo •innovar la relación de este con los humanos •y modificar positivamente nuestro mundo bajo el imperativo de retomar la idea del “Paraíso”… Así las cosas, y con aquellos tres propósitos de fondo, el Consejo propuso ideas de este orden (¡atérrense!):
• Que todos los habitantes de la Tierra hablemos y escribamos una sola lengua.
• Que exista una sola raza humana, de matices blancos y grises.
• Que se introduzcan cambios sustanciales en el carácter de personas y animales en busca de una mayor y mejor convivencia.
• Que desaparezcan las enfermedades físicas, mentales y emocionales, las deformaciones congénitas, los dolores y otras situaciones injustificables que fracturan la creencia de que lo hecho por Dios es perfecto.
• Que nadie muera inesperadamente. Por ello, la fecha de muerte de cada ser humano aparecerá grabada, un tiempo antes, en un lugar visible de su piel. Lo dicho implica que ninguna persona fallecerá por suicidio, accidentes, tragedias naturales, pandemias y otras circunstancias que plantean inquietudes acerca de Dios.
• Que el proceso de la muerte sea simple, sereno, amigable, sin drama, y no una devastación anímica, un tormento injusto, un dolor superior a cualquier fuerza, como suele suceder, panorama que también lleva a que millones de humanos duden de la misericordia y omnipotencia del Creador.
• Que exista una sola fe, personal, voluntaria, libre, sin perjuicios para quienes no la adopten, si bien los creyentes gozarán de privilegios. De paso, el Consejo propone que se simplifiquen a fondo las religiones existentes, las creencias que predican y las prácticas con miras a llegar a una sola religión.
• Una propuesta más: que se empleen los mejores procesos inteligentes para poner término, en un tiempo no mayor de cinco años, a la miseria, las desigualdades injustificadas, la falta de bienestar y progreso social, y otros hechos, todo lo cual violenta la condición de millones de hijos de Dios en la Tierra. De lo contrario, diversas fuerzas extraterrestres, localizadas en el Cosmos, asumirán el gobierno de las sociedades injustas.
En síntesis, pues, lo que el Consejo Creativo le propone al Creador es que se acerque más a los habitantes de la Tierra para que el máximo número de ellos, sin importar la época, deje de creer o pensar que es un Ser vengativo, impredecible, inclemente, terrible, y se convenzan, para siempre, de su omnisciencia, omnipotencia, bondad infinita y misericordia, comprensivo de la dimensión única y maravillosa de las criaturas de la Tierra, para lo cual posee la capacidad de ordenar e impulsar los cambios propuestos.
No sobra añadir que el Consejo también considera innovaciones en materia de vida afectiva y sexual, matrimonio y convivencia, cotidianidad, guerras, infierno, prácticas de gobierno y otros escenarios de gran significación, en línea con los objetivos señalados, pero, hasta ahora, no hay filtraciones periodísticas. Estaremos pendientes…
INFLEXIÓN. Martin Heidegger dejó dicho que “El pensar no resuelve ningún enigma del mundo, ni confiere inmediatamente ninguna fuerza para la acción”. Tras leer sus palabras, quedé viendo estrellas…
