Haciendo uso de los elementos propios del formato de columna: el ethos (credibilidad), el pathos (emoción) y el logos (lógica) para estructurar, argumentar y hacer conexión con los lectores, el subtítulo de este editorial de opinión fácilmente podría ser: Luz de Luna al final del túnel.
En medio de la vergüenza y la desgracia nacional que hoy padecemos por cuenta del desgobierno actual, las caras y voces, que en el afán de lograr un verdadero cambio que traiga consigo bienestar a los asociados, ya suman en el menú, más de un centenar de precandidatos a la presidencia; 107 para ser preciso. Estos intereses políticos legítimos de los que se animaron a tanto, lejos de encenderse como una luz al final del túnel, encandila al elector, que a la postre es quien tiene la última palabra, si es que no le meten la mano a los resultados; ojo, hay que ganarle a Petro y a Cepeda en primera vuelta.
Flaco favor se le hace al electorado encontrarse con más de cien posibilidades. Es un abanico demasiado amplio que, como diría un maestro que tuve de títulos valores, “es como la empanada de Doña Domitila con olor a democracia”. Esto es sobrepasar los límites la participación ciudadana, justamente en detrimento de los colombianos, que desesperadamente buscan salir de este maremagnun. Considero que esto debe regularse, sin pensar en cercenar de ninguna manera las aspiraciones legales de quienes así lo decidan (porque ya veo venir el latigazo), sino simplemente para tener un control de esta situación y no enredar más al ciudadano de a pie, que ya bastante tiene con su desdichada situación actual. Desbordar las fronteras de la información y llenar de datos, muchos falsos (por cuenta de los bodegueros pescadores en río revuelto), es muy nocivo para el pueblo y peligroso en la toma de decisiones.
Siendo candidato al Consejo de Bogotá con cierta angustia, clamaba al Cielo por la unión entre David, Carlos Fernando y Gina, como una última opción para que Petro no llegara a la Alcaldía Mayor. Lamentablemente, mis ruegos no fueron oídos. En desatención a ellos, sufrimos la peor administración distrital de nuestra historia. Sin embargo, la buena nueva, la bienaventuranza, el evangelio de esta vivencia, es que hoy el Dr. Luna habiendo aprendido la lección, está convocando a una unión de sinergias que denomina “Mesa de unidad”, para consolidar la llegada de un candidato único a la primera magistratura del Estado que, en el primer round electoral, sea digno inquilino de la Casa de Nariño. Hace unas semanas en la entrevista que le hice en Oye Cali, en mi sección A Calzón Quitao´, le pude preguntar a David sobre este particular. Esto, proviene de su cometido diáfano, porque doy fe de su calidad ética y moral, de empezar a ver esa luz de esperanza en medio de tanta oscuridad y depravación estatal. Acá pueden encontrar la entrevista. https://www.youtube.com/live/MMo1Vp-dJ9A?si=64oH0-rYFyEHytTf
Esta muestra de estar lejos de las vanidades personales y de sacrificio del protagonismo, en favor del bien común, la celebro y le viene bien al país. El exceso de oferta de candidatos, solamente le favorece a Petro y a sus intereses personalistas, subrepticios y espurios, por mantenerse en el poder a toda costa. En hora buena por la llegada de esta iniciativa del candidato Luna a quien admiro y reconozco como referente de la política sin mácula y digna, que se ha sobrepuesto a las garras de la corrupción y la amoralidad en lo público. Ya algunos competidores han dejado ver su empatía con la acertada propuesta; esto es positivo. Dijo el creador de la mesa: “Tengo que reconocer la generosidad de personas como Juan Manuel Galán, como Juan Guillermo Zuluaga, como Abelardo de la Espriella, como Héctor Olimpo, como Pipe Córdoba y como Mauricio Gómez, que han dicho estar listos a despojarse de su vanidad para construir, para sumar. Seguramente, muchos otros están pensándolo y lo harán prontamente”.
La propuesta de Luna se dio a raíz del homicidio de Miguel Uribe, invitando a los demás precandidatos a construir una sola aspiración a la primera magistratura del Estado, para enfrentar el candidato de la izquierda que será el que diga Petro, si es que no es él mismo. Porque a este paso nada asombra y cualquier cosa se puede esperar de este sujeto.
No estamos para confusiones y menos para divisiones. Me gusta la idea del bueno de David.
Abrazo cálido. Seguimos trabajando y aguantando. Vamos qué vamos, falta poco.