Es un gran desafío de las empresas mantener un clima laboral agradable, más aún en las actuales circunstancias, por lo que es importante desarrollar medidas de impacto para potenciar el ambiente laboral, como una comunicación bilateral permanente, para fortalecer la relación entre trabajadores y la empresa, siempre que sea transparente, fluida, inmediata, confiable y que utilice todos los canales de comunicación existentes en la empresa manteniendo al equipo informado acerca de los objetivos, avances, decisiones y las metas a corto, mediano y largo plazo.
La comunicación efectiva es fundamental en la actual crisis donde las personas están siendo abrumadas en todos los frentes, están más estresadas, viven día a día con la incertidumbre de perder su trabajo, con miedo a un potencial contagio de ellos y su familia, o peor, la pérdida de un ser querido, circunstancias que hace que algunas personas dejen de ser productivas, por esto es fundamental generar confianza, cercania y entender que los líderes estan cerca de las personas y de sus familias y esto se logra al liderar con empatia para comprender y dar oportunidad a los trabajadores de crecer, transformarse, aprender y crear.
Además, es importante reconocer al trabajador por sus buenas prácticas, acciones y decisiones, lo cual produce resultados positivos, mayor compromiso con la marca, aumento de productividad, eficiencia operativa y financiera, así como ofrecer beneficios intangibles claros, con el objetivo de hacer visible además de la porción económica, los beneficios no monetarios como, oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, desarrollo personal y profesional, apoyo para fortalecer la salud mental y fisica, un atractivo ambiente laboral, cultura y valores corporativos, siendo claves para retener al talento humano y valorar habilidades escencialmente humanas, como la inteligencia emocional, el liderazgo y la influencia social.
De esta manera, los beneficios intangibles mejoran la calidad de vida de los trabajadores y se satisfacen necesidades personales, emocionales, familiares y profesionales, que por medio de actividades y programas que vinculan a los trabajadores, se desarrolla la empatía entre los trabajadores y se fortalecen los lazos entre áreas, con proveedores y clientes, además fomentan una dinámica de trabajo creativa, colaborativa y divertida, especialmente ahora que hay un miedo generalizado.
Por lo tanto hay que desarrollar ciertas competencias esenciales, como el pensamiento estratégico e innovador, como base para la gestión del cambio, para entender rapidamente los cambios de entorno, las oportunidades de mercado, las amenazas competitivas, fortalezas y debilidades de la empresa así como habilidades analíticas y resolutivas para realizar un análisis lógico de mercado, identificar y solucionar problemas, reconocer información significativa, coordinar datos relevantes, para liderar y gestionar los cambios en forma exitosa.
El desafío de la actual crisis ha creado un conjunto de necesidades humanas que sirven como oportunidad para que las empresas se transformen, crezcan e innoven continuamente y utilicen nuevas tecnologías para ser más eficientes, entiendan el comportamiento de los trabajadores y clientes así como las tendencias del mercado, definan su propósito para inspirar a las personas y sean disruptivas arriesgandose, como lo han hecho recientes emprendimientos o grandes corporaciones que han roto el molde inicial, para ampliar su horizonte y portafolio de sus productos.
Las empresas éxitosas tienen un impacto social y económico reconocido, al tener una visión clara, contar con un plan que los lleva hacia su objetivo, tienen claridad sobre el mercado que buscan controlar, utilizan las nuevas tecnologías a su favor y cuentan con un gran propósito transformador que emociona e involucra a sus grupos de interés (clientes, empleados, accionistas y la comunidad). Son empresas que se innovan para impactar el mercado, utilizan nuevas tecnologías y son disruptivas dentro de la misma industria.
La crisis ha mostrado que las empresas que se han adaptado mejor no fueron necesariamente, las más grandes, sino las más ágiles, aquellas que entenden el mercado, a los clientes, que redefinieron su estrategia y la ejecutan eficientemente, al mismo tiempo aprovechan las tecnologías emergentes.
En los últimos meses, las empresas han acelerado la transformación buscando adaptar y fortalecer su estructura operativa, la efienciencia en sus procesos, un equipo proactivo, comprometido, colaborativo, conocedor, alineado y productivo, con un estricto control del flujo de caja y una solida estrategia comercial, consistente y congruente con la identidad y la cultura corporativa, factores determinantes en la construcción de la reputación y satisfacción del cliente externo e interno que influye en la retención del mejor talento humano.
En próximos años, veremos grandes empresas con modelos exitosos e innovadores que surgen o crecen a partir de la actual crisis, que así como en crisis anteriores, surgieron emprendimientos que suplieron los vacios que dejaron las grandes corporaciones con líderes del momento y que hoy son corporaciones extraordinarias, con líderes ágiles, empáticos, que incentivan y generan innovación, con una mentalidad que permite visualizar, aprovechar las oportunidades y los cambios que hay en el mercado, sobre todo, en momentos de crisis
