El 2021 esta siendo un año lleno de desafíos empresariales, por lo que los cambios en el mercado que fueron inesperados y repentinos, las empresas han ajustado sus proyecciones de crecimiento y sus planes de acción, al reorientar sus estrategias para una rápida recuperacion, con el objetivo de reactivar la economía de forma eficiente buscando el bienestar de los negocios.
95% de las empresas en el mundo son MiPymes, que generan 60% del empleo en el sector privado, siendo, estas, muy importantes en los grandes negocios globales a raiz de su colaboración con las corporaciones, actuando en grandes redes de negocios.
Las Pymes juegan un papel fundamental, al competir y colaborar con las grandes empresas, ya que las pequeñas empresas no siempre asumen una posición inferior y defensiva sino que saben colaborar con socios más grandes y muestran una actitud proactiva a la hora de gestionar. Esta interacción las impulsa a mejorar su talento humano, su infraestructura fisica y tecnológica y su gestión comercial entre otros, al fortalecer y comprender sus procesos internos adaptandolos a las exigencias del mercado, siendo más competitivas. Esto les permitirá generar mayor valor.
Con este nivel de conciencia sobre sí mismas, las empresas serán más eficaces en sus relaciones comerciales y ágiles a la hora de reaccionar ante los cambios, por esto deben encontrar un equilibrio entre su experiencia y la de otras empresas y crear alianzas que complementen esos conocimientos y mejoren su posición competitiva, eligiendo los mejores socios y aprendiendo a trabajar con ellos.
Para las Pymes supone una oportunidad colaborar con grandes empresas, ya que éstas tienen experiencia con tecnologías emergentes, con procesos de transformación digital y gestión estratégica comercial y operativa estructurada. Por su lado, para las grandes empresas tambien existen beneficios, ya que las MiPymes, cuentan con procesos complementarios al conocer los mercados locales, por su cercania con los clientes, la flexibilidad de sus procesos y, en algunos casos, su ágilidad en la toma de decisiones. Entienden muy bien la importancia de los vínculos sociales al fomentar una comunicación continua e informal con sus clientes.
El hecho de que exista esa interrelación entre la gran empresa y la pequeña puede conducir a un mayor éxito en las redes y en las cadenas de suministro en las que las Pymes participan. La asimetría no supone un obstáculo incluso, permite una creación de valor al acceder y aprovechar los recursos de un socio con los que han establecido una alianza, que además facilite la transferencia del conocimiento mutuo y que a su vez exista protección para las Pymes ante las grandes corporaciones.
Un entorno empresarial proactivo estimula la aparición de nuevas empresas y la continuidad, por las ya establecidas, con comportamientos dinamizadores, como la creatividad, la innovación, la internacionalización y al mismo tiempo promueven al territorio o región como destino de inversión de grandes empresas y al mismo tiempo contribuye a la retención de las existentes.
Las condiciones para el desarrollo de la actividad empresarial incluyen un clima de estabilidad sociopolítica y macroeconómica, un conjunto de instituciones que funcionen y sostengan un marco regulador para el funcionamiento del mercado y del ejercicio empresarial, un suministro de bienes y servicios públicos que inciden sobre la competitividad de las empresas, así como una cultura empresarial que reproduzca los valores y las actitudes emprendedoras, no sólo entre los empresarios potenciales, sino en la sociedad.
Por esto las Pymes son actores estratégicos en el desarrollo productivo del país, por su contribución en la generación de empleo, por los aportes fiscales y su peso en el PIB, ya que su producción está vinculada con el mercado interno donde parte importante de la población y la economía dependen de su actividad, por lo que, especialmente ahora por efecto de la pandemia, se deben fortalecer aún más las Pymes.
En Colombia hay más de 2.540.000 Mipymes, que representan el 35% del PIB, el 99,6% del empresariado y generan el 79% del empleo, lo que las hace fundamentales para el desarrollo y crecimiento del país; sin embargo, algunos problemas obstaculizan su crecimiento, como la informalidad, la restricción del crédito, la ineficacia del acceso a las compras del Estado, pudiendo éste, ser un potencializador y promotor de las Mipymes para que puedan contratar con el Estado.
Las Pymes son de suma importancia en el mundo, en Alemania, dos millones de Pymes proveen a grandes empresas como Volkswagen, Basf y Bayer, entre otras. En Japón, el 80 % del PIB proviene de las Pymes y en Estados Unidos, las grandes transnacionales fueron MiPymes recientemente.
El Instituto Global McKinsey indico que en el mundo hay 200 millones de MiPymes sin fácil acceso a créditos, que en Latinoamérica por la situación económica y laboral de estas empresas, es compleja por la cantidad de tramites y altas tasas impositivas, donde el 52% no tiene apoyo financiero. Un factor, que hace complejo el acceso a credito, es que en 75% de las transacciones se usa dinero en efectivo y los avances en tecnología poco se usan, por temor, falta de conocimiento o costos.
Por lo tanto, algunas claves para una recuperación empresarial rápida en el 2021, tienen que ver con la apropiacion de herramientas digitales, prepararse para atender a un consumidor 100% digital, implementar modalidades híbridas de trabajo, aumentar la inversión en talento humano y en bienestar emocional. Así como invertir en innovación e infraestructura, en promover el desarrollo sostenible promover el deporte entre sus trabajadores y la comunidad e incrementar la inclusión de la mujer y los jovenes, así como la transferencia de conocimiento.
El impacto económico de la pandemia ha acelerado el cambio tecnológico, haciendo todavía más imprescindible la adaptación de las empresas a los nuevos modelos de negocio, a las nuevas demandas de sostenibilidad ambiental, innovadores canales de distribución y a las nuevas formas de trabajo mediante la apropiación de herramientas digitales, el comercio electrónico y estrategias comerciales digitales.
La economía del país depende de la creación y crecimiento de las empresas y que cuenten con un flujo de caja positivo, por lo que es fundamental reorientar las estrategias, de cara a las nuevas exigencias del mercado, en proteger e invertir en talento humano e implementar la transformación digital tanto en las grandes como en las pequeñas y medianas empresas, entre otros; elementos que impulsaran el crecimiento al cubrir las necesidades de clientes y la sociedad, potenciando áreas de negocios competitivas y rentables adaptandose a la evolución empresarial y al mismo tiempo, preparandose para futuros cambios socio-económicos.
