
En la serie “El presidente” (Amazon prime video), entre historias, ficción, e ironía, se desnuda la asociación corrupta de los dirigentes del futbol latino, involucrados en el FIFA GATE.
“Los goles de la mafia del futbol no se cantan… se castigan.”
Conciencias manchadas, en un inimaginable entramado de sobornos, de gente altiva, senil y mediática, dueña del poder, que sacó provecho clandestino, brindando y bailando con lluvia de billetes, sobre alfombras abullonadas, mientras los jugadores corrían, sudaban y la gente enloquecida.
“Las venganzas se cocinan lentas.”
En la serie se hacen públicos los directivos delatores, en proceso, condenados o fallecidos, señalados por el FBI.
Con relato adicional, matizado con sentencias de Julio Grondona, dirigente argentino fallecido, el jefe del clan.
“No interrumpas cuando el enemigo va a cometer un error.”
Rapiña pura, con intereses mezquinos, repartiendo el ponqué de la televisión. Tantos conocidos, con uno de los nuestros, en grotesco papel.
“El dinero te ayuda a enfrentar las leyes que escribieron los hombres.”
Actuación magistral y estelar de Andrés Parra. Como todas las suyas, con oficio y calidad. Camaleónico, capaz de mutar de un policía tontín, a un dictador abusivo y vocinglero; de un mafioso sin alma, a un dirigente corrupto y soplón, Sergio Jadue, dominado por una mujer codiciosa.
Trama truculenta, con frases cercanas a los bancos, los paraísos fiscales, la prisión, o a los códigos de mafia.
“…El futbol que ve la gente y el negocio que ven los dirigentes…en los escritorios se cocina el bacalao… El primer partido de un torneo se gana en el sorteo… benditas las bolitas frías para cuadrar un calendario… No hay gente más peligrosa que aquella que trama una venganza…Si no controlas tu destino, alguien lo controlará…El hincha va a la cancha, los dirigentes a los bancos; el hincha mira la pelota y el dirigente camisetas; lo más sagrado del futbol, el dinero…”
En fin, como dice Rubén Bládes: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, así esta estructura de indeseables fuera un secreto a voces.