Hace tan solo 6 meses, durante la Conferencia Internacional del trabajo de la OIT -junio de 2021-, delegados gubernamentales, empleadores y trabajadores de 181 países adoptaron por unanimidad el denominado “Llamamiento mundial por una recuperación centrada en las personas”. Allí, se aseguró que como consecuencia del Covid 19 se amenaza con “… deshacer los logros alcanzados con tanto esfuerzo en la reducción de la pobreza, y con ampliar la brecha entre los países desarrollados y en desarrollo”.
Al comentar este llamamiento, Guy Ryder, director general de la OIT, aseguró que “…tenemos ante nosotros la tarea de forjar un futuro del trabajo” y que “La iniciativa empresarial es una de las mayores fuentes de empleo en los países”.
Así las cosas, no cabe duda de que la generación de empleo es una de las prioridades mundiales más apremiantes en materia de desarrollo y sostenibilidad y que, en este sentido, las empresas juegan un papel más que determinante en su consecución.
Durante los últimos dos años las organizaciones privadas en Colombia afrontaron retos inmensos, muchas los superaron, siendo el baluarte para evitar el desmoronamiento de la calidad de vida de millones de compatriotas en medio de la crisis; otras, desafortunadamente no lograron sobrevivir afectando los ingresos de sus trabajadores.
Sin embargo, el esfuerzo empresarial conjunto y la gran cantidad de emprendimientos que permitieron crear nuevas empresas, ayudaron a millones de familias a sortear los efectos económicos de la pandemia. Se debe resaltar que, entre enero y diciembre del año pasado, en medio de las dificultades, se crearon 307.679 nuevas empresas, un aumento de 10,6% frente al 2020.
Cerca del 80% del empleo nacional lo genera el sector privado. Y, aunque hay personas que tienen intereses en hablar mal de las empresas, las cifras reflejan la importancia de respetar, promover y dinamizar la actividad empresarial.
Si regresamos al llamamiento de la OIT, nos damos cuenta de que alcanzar mundialmente, y localmente, esa denominada “recuperación centrada en las personas”, es imposible sin el sector empresarial. Aunque en Colombia la tasa de desempleo sigue siendo alta y la informalidad laboral es preocupante no se pueden desconocer, y por el contrario se deben defender, los cerca de 19 millones de empleos que desde las empresas se originan.
Para afrontar el gran reto de la generación de empleo tenemos que proteger lo que como país hemos alcanzado, fortalecer las actividades productivas y trabajos existentes, fomentar el emprendimiento e impulsar la oferta laboral.
Estamos próximos a elegir el rumbo que como nación transitaremos durante los próximos 4 años y la generación de empleo, la defensa de la propiedad privada y la libertad de empresa serán fundamentales en nuestra “recuperación centrada en las personas”.
Sectores de nuestra economía, como es el caso de la floricultura, el cual logró conservar con gran carácter durante la pandemia los 150 mil empleos formales que genera, hoy anuncia la creación de 20 mil nuevos empleos para su temporada de San Valentín. En el mismo sentido, son miles las empresas que luego de afrontar la parálisis de la economía y la producción están asumiendo planes para la reactivación, el rescate del empleo y el desarrollo de sus trabajadores.
Para finalizar quiero dejar a los lectores una pequeña reflexión: la democracia nos permite construir una visión compartida, nuestro futuro depende del trabajo y sin empresas no hay trabajo.
