
Si bien varios millones de ciudadanos votarán por su señoría, otros, más de los que cree, no lo haremos por motivos como los relacionados a continuación, expuestos, indistintamente, por analistas y columnistas cuyos nombres poseo, al igual que la fecha y la publicación en que lo hicieron. Pero vayamos al grano. Millones no le daremos el voto a usted por:
Su personalidad • Su carácter narcisista, megalómano, caprichoso, autoritario y arbitrario • Su dificultad para trabajar en equipo • Su intolerancia y falta de autocrítica • Su mitomanía compulsiva, que lo llevó a copiar la imagen del metro de Moscú para afirmar que era el diseño de su fallido metro para Bogotá • A decir que el Plan Nacional de Vacunación de Colombia no funcionaría y que tardaríamos siete años en vacunar a la población • A exhibir estantes llenos, al comienzo de la crisis social y económica de “su” Venezuela, para “probar” que allá no había hambre • A publicar una encuesta falsa en la que su hijo Nicolás le ganaba la gobernación del Atlántico a Elsa Noguera, quien triunfó con 48 puntos de ventaja • A reconocer que sabía de la reunión de su hermano Juan Fernando con Iván Moreno en La Picota, y a negarlo luego para indicar que era “un entrampamiento”.
Su pasado guerrillero • Haber participado en el robo de armas en el Cantón Norte del Ejército • Vanagloriarse de intervenir en el robo de la espada de Bolívar • Organizar la invasión a la embajada de la República Dominicana • Planear, con sus compinches, el asalto y matanza de los magistrados en el palacio de Justicia.
Su gestión como alcalde • Fue un terrible improvisador y un populista sin límites • Importó unos carros de basuras oxidados, inservibles, ahora arrumados en la capital • Importó también un vehículo tapahuecos que nunca se utilizó por su deterioro • Dejó la Salud de Bogotá con un déficit de más de 570 mil millones (todo ello, anticipo del caos nacional que nos espera bajo su eventual mandato).
Su talante político • No le gustan las instituciones • No se desprenderá del poder si gana • Profundizará las diferencias sociales y habría más violencia • Terminará disponiendo de la libertad como a bien tenga • Se embarcará en una Asamblea Constituyente • Polarizará las Fuerzas Armadas con promociones y ascensos ideologizados.
Sus proyectos económicos • Tememos por el futuro de la propiedad privada y por el uso de la expropiación • Su sistema tributario frenará el crecimiento de las empresas • Subirá los impuestos a niveles que harían inviable la actividad empresarial • Les echará mano a los recursos pensionales privados.
Además de los anteriores motivos, expongo unos cuantos más para no darle nuestro voto:
• Su inspiración ideológica en Marx, en los genocidas Lenin, Stalin, Mao, Castro y otros, y en Chávez • Estar respaldado por las guerrillas y otras organizaciones comunistas • Por las “primeras líneas” de la violencia durante los paros insurreccionales • Por clanes narcotraficantes, con los que dizque negociaría su desmovilización • Por manzanillos ‘traicionales’ con muchos años en la política: Barreras, Benedettis, Pradas, etc. • Por gavillas de corruptos libres, presos o fugitivos • Por “empresarios” con capitales de origen sospechoso o desconocido • Por Fecode y su maquinaria de envenenamiento de la mente y el corazón de los estudiantes, y de distorsión de la historia nacional • Su desfachatez para recibir, clandestinamente, dinero en bolsas de plástico…
Todas las que están (35), más otras que no están, son muy poderosas razones para no votar por usted. Además, estimado señor “Chávez 2” o “Putin criollo”, aunque hubiera mayor espacio para ampliar la lista, no resistiría exponer más muestras del enorme peligro de su candidatura, que se sintetiza en una palabra: a m e n a z a. Sí, a las libertades, la democracia y el progreso. ¿Le parece poca cosa?
INFLEXIÓN. En su libro El hombre en busca de sentido, el psiquiatra alemán Víctor Frankl, cautivo en los campos nazis, cuenta que muchos prisioneros se suicidaban lanzándose contra las cercas eléctricas que rodeaban el sitio. Si usted es presidente, señor Petro, “lanzarse” contra su régimen, es decir, combatirlo, será un suicidio porque el suyo será un régimen electrizado.