Resulta lamentable ver como la incertidumbre es un sentimiento que diariamente nos acompaña a las mujeres, esto desafortunadamente obedece a no saber qué sucederá una vez salimos de casa, incluso parece mentira pensar que algunas de ellas no se sienten seguras ni en su propio hogar, y que los destinos a los que se ven enfrentadas, son el abuso, el maltrato o incluso la muerte. Un informe del Observatorio y equidad de género en Bogotá, reveló que más del 80% de las mujeres no nos sentimos seguras en las calles, ni mucho menos en el transporte público y cerca de un 70% dicen haber visto o sufrido algún tipo de abuso en Transmilenio.
Las cifras son alarmantes, según la Procuraduría en lo que va corrido del año, han ocurrido 140 feminicidios en la ciudad, esto significa que cada dos días muere una mujer a manos de un hombre, en lo que respecta a las cifras que reflejan lo que pasa en casa, Salud Data expresa que hasta junio de 2022 se presentaron 21.198 casos de violencia intrafamiliar, siendo las localidades de Ciudad Bolívar con 2.825 casos, Kennedy con 2.739 y Suba con 2.427 casos, convirtiéndose en los sectores más peligrosos para las mujeres en la capital.
De acuerdo con los reportes, los tipos de violencia intrafamiliar que se reportaron se enfocaron más en; violencia emocional, violencia física y violencia económica, adicionalmente medicina legal reveló que el rango de edad en el que se presentan más casos de presunto abuso sexual tanto en el 2021 como en el 2022, es de 6 a 17 años, lo que implica que desde muy niñas hemos tenido que soportar terribles situaciones que nos segregan a nivel físico y mental.
El riesgo que tenemos diariamente solo por el hecho de ser mujeres es bastante alto y es el resultado de la ausencia de garantías frente a cualquier hecho de violencia, me llama la atención que aún se contemple que maltrato solo es aquel que sea visible, pero ¿Dónde quedan los que causan marcas psicológicas? Estoy segura que en algún momento de sus vidas han escuchado expresiones como: “Es muy histérica” “debe estar en sus días” “ahora todo es machismo”, “no se puede hacer ni un chiste” “calladita te ves más bonita” “ese trabajo es de hombres”, y ni que decir de lo que sucede a nivel laboral en el que mujeres con los mismos cargos de un hombre, devengan un salario mucho menor.
La violencia invisible es aún más común de lo que creemos y debemos poner un alto, establecer límites, buscar ayuda, acercarnos a profesionales y salir de esos lugares que nos ponen en un peligro constante. Es de destacar que la violencia no solo se ejerce por parte de los hombres, muchas veces entre nosotras mismas nos atacamos y generamos complejos, inseguridades, rivalidades y muchos más aspectos que afectan nuestro día a día. Sin duda, tenemos que ser mucho más solidarias.
De acuerdo con la OMS, la violencia contra las mujeres y las agresiones sexuales provocan graves problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva a corto y largo plazo… Este tipo de violencia genera un elevado costo social y económico para las mujeres, sus familias y la sociedad.
Los retos para combatir este fenómeno deben enfocarse no solo en la protección sino también en la prevención, entre todos podemos eliminar la violencia contra la mujer. Está claro que las políticas desarrolladas hasta el momento no son las más efectivas, es por eso que invito hacer un círculo de protección con nuestros familiares y amigos más cercanos, a no tener miedo de hablar si estamos siendo víctimas de cualquier tipo de violencia entendiendo que cualquier momento es bueno para levantar la voz y decir ¡basta!
