El Gobierno Petro se contradice. El ministro Bonilla dice estar dispuesto a revisar la forma como se calcula el precio de la gasolina, pero siguen determinados a subir el precio del combustible hasta los $16.000 para acabar, según ellos, con el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles - FEPC.
Es una contradicción en los términos. La causa del déficit en el FEPC es precisamente la forma en cómo se calcula el precio de la gasolina en Colombia. Pagamos la gasolina como si la importáramos, pero la producimos mayoritariamente aquí. Si pagamos un galón de gasolina a precios internacionales, perdemos margen de acción - llámese soberanía - sobre el precio de nuestros combustibles y lo atamos a variables que difícilmente podemos controlar como la tasa de cambio y el precio del barril de gasolina en el Golfo de México, Estados Unidos.
Tras vincular el precio de la Gasolina en Colombia al precio en Estados Unidos, el Gobierno de Álvaro Uribe creó en 2007 el FEPC pretendiendo evitar grandes cambios en el precio de la gasolina y el diésel. La idea es que este fondo funcionara más o menos de la siguiente forma: Cuando el precio internacional fuera mayor al precio local[1] - entonces, el Fondo le pagaría esta diferencia a los refinadores de petróleo (Diferencial de compensación) y si por el contrario el precio internacional estuviese por debajo del precio local, entonces el fondo ahorraría cobraría este diferencial a los refinadores (Diferencial de participación).
Para clarificar supongamos que el galón de gasolina está a $3.5 dólares cerca al Golfo de México, EE.UU. Si tenemos en cuenta que el precio del dólar está cerca de los $4.200, multiplicamos el precio del galón por el precio del dólar para pasar este valor a pesos colombianos, lo cual nos da $14.700.[1] [2] Sumemos que el impuesto al consumo de la gasolina está en alrededor de $700 y entre otros costos que se deberían sumar - costos de transporte por tuberías y almacenamiento - el precio de la gasolina debería venderse a casi $16.000 como quieren Petro y Bonilla.
Hoy se vende a casi $13.000 en la mayor parte del país. ¿Quién pone los $3.000 de diferencia? Nosotros, con nuestros impuestos, con las transferencias del Presupuesto al Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles.
Hoy se afirma que estos $3.000 de diferencia son un ‘subsidio’ al precio de la gasolina. Y que este hueco que se ha creado asciende a los 30 billones de pesos (Marco Fiscal de Mediano Plazo, 2023). En consecuencia, el Gobierno se ahorra plata cobrando la totalidad del precio de la gasolina al consumidor. Pero ¿es esa la única alternativa? no. El problema de fondo es ligar el precio de la gasolina en Colombia al precio internacional, esto no tiene sentido porque aquí se produce hasta el 70% de la gasolina que consumimos (ACP, 2023).
Elegir cobrarle estos $3.000 pesos de nuestro ejemplo por mantener la política de pagar los combustibles como si los compráramos en dólares es castigar el bolsillo de la gente. Esto bajo el falso argumento de que el ‘subsidio’ a la gasolina beneficia mayoritariamente a los ricos. La realidad es otra: para 2018, el 74% de las cabezas de hogar en familias con moto y el 37% de las cabezas de hogar en familias con carro ganan máximo dos salarios mínimos (BBVA Research, 2018).
En Colombia la moto no es un artículo de lujo sino un bien que cada vez penetra en los niveles de ingreso más bajos, muchas veces para tener un ingreso complementario para familias de escasos recursos a través de aplicaciones de transporte (ANDI, 2017).
¿Qué sentido tiene entonces pagar la gasolina como si la exportáramos, para luego crear un hueco en las finanzas del Estado por transferir recursos a una empresa mayoritariamente propiedad del Estado? Precisamente que Ecopetrol no es 100% pública. El 11,4% de sus acciones están en manos de fondos privados como JP Morgan Chase, Norger Banks, entre otros.
Al cambiar la política de precios por una basada en el costo de producción interno más una ganancia para Ecopetrol, no habría necesidad de transferir esos $3.000 por galón a Ecopetrol, se cobrar la gasolina en pesos y no atada a su precio en Estados Unidos y se abarataría el combustible en Colombia. Cambiar la política de precios reduciría marginalmente las ganancias de ese 11,4% de accionistas privados de Ecopetrol, pero ¡primero la gente!
[1] El Ministerio de Minas y Energía fija el precio local o ingreso al productor. Este es el precio al que los refinadores e importadores venden la gasolina motor corriente o el diésel, para atender el mercado nacional. (Decreto 1451 de 2018).
