Hoy Colombia se enfrenta a una de las etapas más decisivas de su historia. Con más del 99% de las mesas escrutadas en las elecciones legislativas, el pacto histórico aparece como una de la fuerzas más votadas para el Congreso de la República:16 curules en Senado y 25 en Cámara de Representantes. ¡Vertiginoso ascenso de la izquierda al poder y alarmante abrebocas de las elecciones presidenciales!.
Aunque mayoritariamente continuaría liderando la centro derecha, los resultados del domingo dan cuenta del desespero de la ciudadanía, que enceguecidamente, ha salido a votar atraída por los “cantos de sirena” de quienes prometen un cambio, pero no son más que corruptos, mentirosos y megalómanos.
Es preocupante saber que llegarán al Congreso personajes como Piedad Córdoba, relacionada con el escándalo de la farcpolitica, por presuntamente negociar con la libertad de los secuestrados o como el señor Alex Flórez, quien en pleno cierre de campaña de su colectividad, agredió a su compañera en tarima.
Hay temas trascendentales sobre la mesa, que tendrán que ser abordados por estos personajes, como la reforma tributaria, la reforma a la justicia, relaciones con Venezuela, entre muchos otros más, en los que solo espero que la coherencia, inteligencia, sabiduría y experiencia de los otros congresistas más sensatos, puedan aportar para que nuestro país no se suma en el caos y termine colapsado.
Los del pacto histórico tienen la esperanza de ser bancada de gobierno y no de oposición, sueñan con que su líder, Gustavo Petro, el conocido señor de la bolsas, gane las elecciones presidenciales en primera vuelta y han puesto hasta votar a lo muertos, con tal de ganar, como el domingo, cuando 37 personas reportadas desaparecidas en el paro nacional, que ellos mismos apoyaron, aparecieron en las urnas.
Pero no sólo eso. Le están apostando al todo vale para ganar y eso que se ufanan de ser de ser la fuerza transformadora más poderosa de todos los tiempos. Pedir a sus electores que acepten comprar votos para que al final voten por ellos, no tiene presentación.
Si, sé que hay pesimismo, entre los electores, pues la crisis económica pospandemia que afectó a todos los países del mundo, nos ha pasado factura, pero es hora de pensar con cabeza fría. Defendamos nuestra patria, nuestra seguridad y nuestra economía. Preservemos nuestra democracia y nuestra libertad. Si nos las quitan, no nos las devolverán.