¿Cuando alguien te habla estás mirando a sus ojos?
¿Estás cancelando todo ruido o distracción externa de tal manera que solo escuches su voz y puedas ver sus gestos?
¿Si alguien te llama o te habla sabiendo que tú estás en esa conversación, ignoras o interrumpes a quien trata de distraerte para seguir con tu atención puesta en quien te está hablando primero?
¿Detienes conscientemente cualquier necesidad de mirar tu teléfono, tu reloj o hacer otra actividad cuando estás en plena escucha?
Comunicar es un arte pero escuchar es una expresión de sabiduría, al escuchar no solo aprendes acerca de la grandeza de otros, aprendes a controlarte a ti mismo descentrando la atención de tu ego y poniéndola en la información que alguien desea compartir contigo.
Escuchar se hace con el corazón no con la cabeza, por ello cundo interrumpes a alguien que te cuenta una historia, con una de tus experiencias personales, estás poniendo a tu ego que te dice que estás compitiendo y a tus pensamientos en un vacío de entendimiento.
Cuando escuchas con el corazón quieres aprender del otro sin juicio, sin esperar para decir tu parte, sólo con la convicción de que estás recibiendo información que entre tantas personas te eligió a ti para ser escuchada.
Escuchar no es esperar para hablar, es silencio, entendimiento y conciencia.
Si tu hijo te habla no paras de trabajar y le haces creer que le estás poniendo cuidado?
¿A pesar de que tu hermana te habla por teléfono no dejas chatear con otros para escuchar un pequeño momento de su día?
¿Si tu compañero de trabajo intenta hablarte tratas de oírlo pero sin despegar tu mirada del computador?
¿Si tu esposo te cuenta una historia completas sus frases porque piensas que ya sabes lo que dirá?
Si esto es así, déjame decirte que esa persona no se esta sintiendo importante para ti, le estás mandando un mensaje evidente de que no es merecedor de atención, de que hay algo siempre más importante que él.
¿Es el mensaje que quieres dar?
Si la respuesta es no, estás a pequeñas acciones de cambiar ese comportamiento por uno más empático, elige no soltar tu atención de la persona y el mensaje, elige no hacer nada diferente a poner tu conciencia y concentración en aquella información que recibes, comenta sobre su argumento y no sobre el tuyo y por último hazle sentir a esa persona que es más importante escucharlo por sobre cualquier otra tarea que tengas, al fin y al cabo nuestro paso por esta vida no se va a medir por el trabajo que hiciste, el dinero que obtuviste o lo ocupando que viviste, se medirá por la calidad de las relaciones humanas que tengas con cada ser que cruce tu camino.
Entrena tu mente y escucha que así como te pierdes el mensaje del humano que tienes al lado, te puedes perder también la guía que pidas cuando estés desorientado.
Céntrate en lo importante más que en lo urgente, a largo plazo será una inversión que dará frutos en tu corazón y en los corazones de quién amas.