Uno de los problemas más complejos que tenemos que enfrentar en Colombia, además del desempleo, la informalidad o las precarias condiciones laborales de algunos colombianos, es la baja productividad. Los colombianos somos reconocidos mundialmente por madrugadores, trasnochadores y hasta tenemos fama de trabajar duro y ser intensos en nuestro trabajo, sin embargo, a pesar de las largas jornadas laborales, somos muy poco productivos.
Según datos de “The Conference Board” una hora de trabajo en Colombia solo generó el 35% del producto medio de los países miembros de la OCDE. Frente a los Estados Unidos, una hora de trabajo de un colombiano solo representó el 26% de lo trabajado por un norteamericano.
Según los expertos, las causas pueden ser múltiples; baja calidad educativa, innumerables horas de trabajo perdidas en el tráfico de la ciudad, hasta la excesiva burocracia puede hacer que perdamos muchos minutos de valioso tiempo, que al final, nos hacen menos eficientes a la hora de completar nuestras tareas diarias.
Otra razón puede ser, que, a pesar de pasar muchas horas del día en el lugar de trabajo, de estas dedicamos un buen rato a actividades distintas, como salir a desayunar, hacer pausas para tomar café, conversar con los compañeros de trabajo o pasar demasiado tiempo en redes sociales.
En un estudio publicado por “Statista”, una página web que publica estadísticas y datos sobre diferentes temas, Colombia es el sexto país del mundo donde más se dedica tiempo a estar en las redes sociales, con un promedio de 212 minutos por día, es decir casi cuatro horas diarias, muy por encima del promedio mundial que es de 151 minutos día.
Nuestro Presidente, Gustavo Petro, no se escapa del promedio nacional, de acuerdo con el periódico El Colombiano, Petro trinó en un mes 272 veces y re trinó otras 361 veces. Afirma Germán Gómez, secretario para las comunicaciones y prensa de Presidencia, que es el Presidente en persona quien administra su cuenta de Twitter.
Es ya usual que el Presidente sea visto usando de forma desmedida su cuenta personal de Twitter, la ha usado para hacer grandes anuncios de Gobierno, como los relacionados con la “paz total”, para nombrar y despedir funcionarios, para atacar a la oposición, para publicar información falsa, como las fotos de hospitales venezolanos haciéndolos pasar por locales, incluso se le ve peleando y argumentando con cualquiera que le haga una crítica.
Uno de los lunares más negros de su gestión, son los innumerables desplantes en su agenda, sea por los insultantes retrasos, donde sin ruborizarse deja esperando por horas a comunidades enteras, o simplemente porque con escuetas excusas termina por no asistir a las reuniones o eventos programados.
Se dice internamente en el Gobierno que es difícil que el Presidente reciba visitas, aparentemente cada vez más conversa con menos personas, su círculo cercano es cada vez más pequeño y hermético, es muy difícil para sus funcionarios coordinar con él temas importantes de la administración.
Sería muy grave que el Presidente este dedicando más tiempo del necesario a las redes sociales, donde evidentemente está rodeado de aduladores y cuentas de propaganda a su Gobierno, donde la realidad puede ser parcial y limitada, al final, puede terminar desconectado de la realidad del país y en un cascaron construido por su círculo más cercano.
Recuerdo en el colegio, cuando nos enseñaban el manual de Carreño, que ojalá lo volvieran a enseñar a los jóvenes, una de los principios de educación básica más actuales, a pesar de haber sido escrito hace tanto tiempo, es dar prioridad a los presentes y no a los ausentes.
Presidente, menos Twitter y mas gobierno por favor, está bien utilizar las redes sociales como un medio efectivo para comunicarse con los colombianos, pero no olvide que debe estar presente en su Gobierno, con sus funcionarios y atendiendo oportunamente a los colombianos, menos horas en Twitter y más tiempo en la oficina con sus funcionarios y en los territorios con los colombianos.
“Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre”.
