La ausencia de vergüenza, miedo, culpa y resentimiento, son los frutos de la sinceridad. Jesús, el maestro del amor sabiamente enseñó: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libre” (Juan 8:32) ¿Libres de qué? De la insoportable esclavitud del ser, que sobrevive a un entorno competitivo, donde la publicidad crea falsas necesidades e impulsos adictivos, que impiden ejercer el derecho natural a vivir plenamente sin el excesivo uso de las máscaras y la manipulación.
La enfermedad del alma comienza al desactivar la conexión espiritual a través de la mentira y los secretos. De ahí que, la mentira se apodera de las intenciones y oscurece la transparencia de ese vínculo con el Creador. Aprende a reconocer tus errores y defectos de carácter, así como también las cualidades y talentos para crear nuevas opciones, que desde la verdad nos permitan vivir en armonía, paz, equilibrio mental y espiritual, gozando de una existencia plena.
La verdad es la congruencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos según la realidad, es decir, es un valor que contiene la sinceridad, la franqueza y la claridad.
Por pertenecer a estos núcleos familiares inestables y multi- problemáticos, aprendemos a no decir la verdad, anestesiando este vacío existencial a través del ego insano, el cual se alimenta de sus desbordadas ambiciones de poder social, dinero y control sobre las personas.
Asimismo, intentamos inútilmente olvidarnos de este profundo malestar espiritual por medio de pensamientos obsesivos, amor condicionado, búsqueda de aprobación, exageradas expectativas ante nuestras metas y objetivos, y muy poca capacidad de frustración, la cual compensamos con sobrecargas laborales.
Todo lo anterior, puede ser modificado a través de la capacidad innata de la inteligencia para elegir aquello que mejor nos conviene. Tú eres dueño de tu actitud. Por eso, puedes decidir quién eres.
Ejercicio Transformativo
Al despertarte en la mañana durante unos minutos procura estar presente en el aquí y en el ahora. Sé consciente de las veinticuatro horas que tienes para vivir cada instante. De las palabras del texto anterior elige aquellas que necesitas para cumplir tus objetivos del día. Imagina que controlas un dimmer (atenuador de luz), mientras regulas su intensidad y brillo haciéndolas resaltar. Ahora proyecta aquellas palabras que impiden la realización de tus metas y con el dimmer disminuye la intensidad y brillo. De esta manera, puedes enfocarte en lo que realmente necesitas hacer, sin distracciones.