La comunidad de Galapa, Atlántico, está consternada. Israel Hernández, de 24 años, degolló con un cuchillo a su hijo de 14 meses cuando la policía, en compañía de la comisaria de familia, pretendía quitarle la custodia del menor y restituirla a su madre Yurleidis Sánchez, de 20 años.
Los vecinos y amigos de Hernández no creen en sus palabras y menos en sus lágrimas. “Yo mismo maté mi vida”, decía Hernández, quien tras cegar la vida de su hijo, intentó suicidadarse con el mismo cuchillo. Aunque solo se hizo una herida superficial en el cuello y en el abdomen.
La tragedia
Según vecinos, a la tienda el Pollito, donde reside Hernández, llegó una comisaria de familia y dos policías de Infancia y Adolescencia para entregarle el niño a la mamá. Al parecer, Hernández se mostraba tranquilo y charlaba con los funcionarios.
“De pronto, en un momento en que le decían que tenía que entregar el niño comenzó a discutir y a gritarle a Yurleidis que si su hijo se mataba o le pasaba algo la culpa iba a ser de ellos por quitárselo, y él se calentó”, contó un vecino a El Heraldo.
De repente Hernández, iracundo, empezó a discutir con su expareja dentro de una habitación y con el bebé al lado de ellos pasó el filo del cuchillo que tenía en el bolsillo por el cuello de su hijo.
Israel Hernández, de 24 años, en el momento de su captura luego de salir del hospital.
Yurleidis gritó y entraron los funcionarios. Le gritaban a Hernández que soltara al menor pero este se negó. La madre se lo arrebató y lo transportó en un mototaxi hasta el hospital San Cristóbal. Al mismo centro asistencial fue llevado minutos después Hernández.
Una turba enardecida comenzó a tirar piedras contra el centro médico para alegar contra Hernández.
Versiones encontradas
Después de la muerte del niño han circulado versiones distintas sobre la manera como se efectuó este procedimiento. Mientras la trabajadora social afirma que no autorizó la diligencia, la Policía de Infancia explica que estuvo presente a solicitud de la institución, reveló El Heraldo.
“Desde el viernes la madre del menor estaba afanada por ir a rescatar el niño con la Policía y yo me opuse hasta el último momento”, sostuvo la trabajadora social. Dice que estuvo en contra de llevar a cabo la diligencia por los antecedentes de violencia intrafamiliar de Hernández.
“Prefiero verlo muerto antes que me lo quiten”, aseguraron testigos que dijo Hernández antes que se llevara al bebé al cuarto donde le hizo la mortal herida en el cuello.
La reacción de la comunidad no se hizo esperar. En el Hospital de Barranquilla, donde fueron trasladados el bebé, quien por la gravedad de la herida murió, y luego Hernández después que se hiciera dos heridas en el cuerpo, los vecinos y algunos familiares de Yurleidis Sánchez trataron de linchar al presunto asesino.
Este miércoles, la mamá de Israel Hernández, quien lo acompañaba en el Hospital Barranquilla, a donde fue trasladado con una fuerte protección policial, cuestionó la determinación de la Comisaría y aseguró que el niño había sido abandonado por su nuera. “Desde los siete meses no quería darle comida”, afirmó, extremo que fue desmentido por Yurleidis.
Una tormentosa relación
La pareja se conoció hace dos años mientras estudiaba una carrera técnica en Barranquilla. Luego de cuatro meses de relación decidieron vivir en pareja. Sin embargo, ahí empezaron los problemas.
Las constantes peleas hicieron que Sánchez abandonara a su pareja. Incluso Yurleidis interpuso una demanda de violencia intrafamiliar. Trató de recuperar a su hijo hasta que se desencadenó la tragedia.
La defensa de Hernández trató que fuera internado en un hospital psiquiátrico, argumentando que el hombre tiene tendencias suicidas. La juez de control de garantías, que avaló la captura en flagrancia, lo envío a la cárcel Modelo por considerarlo un peligro para la sociedad. Podría pagar hasta 33 años de cárcel por quitarle la vida al hijo que amaba.
Israel Hernández, de 24 años, en el momento de su captura luego de salir del hospital.
Yurleidis gritó y entraron los funcionarios. Le gritaban a Hernández que soltara al menor pero este se negó. La madre se lo arrebató y lo transportó en un mototaxi hasta el hospital San Cristóbal. Al mismo centro asistencial fue llevado minutos después Hernández.
Una turba enardecida comenzó a tirar piedras contra el centro médico para alegar contra Hernández.
Versiones encontradas
Después de la muerte del niño han circulado versiones distintas sobre la manera como se efectuó este procedimiento. Mientras la trabajadora social afirma que no autorizó la diligencia, la Policía de Infancia explica que estuvo presente a solicitud de la institución, reveló El Heraldo.
“Desde el viernes la madre del menor estaba afanada por ir a rescatar el niño con la Policía y yo me opuse hasta el último momento”, sostuvo la trabajadora social. Dice que estuvo en contra de llevar a cabo la diligencia por los antecedentes de violencia intrafamiliar de Hernández.
“Prefiero verlo muerto antes que me lo quiten”, aseguraron testigos que dijo Hernández antes que se llevara al bebé al cuarto donde le hizo la mortal herida en el cuello.
La reacción de la comunidad no se hizo esperar. En el Hospital de Barranquilla, donde fueron trasladados el bebé, quien por la gravedad de la herida murió, y luego Hernández después que se hiciera dos heridas en el cuerpo, los vecinos y algunos familiares de Yurleidis Sánchez trataron de linchar al presunto asesino.
Este miércoles, la mamá de Israel Hernández, quien lo acompañaba en el Hospital Barranquilla, a donde fue trasladado con una fuerte protección policial, cuestionó la determinación de la Comisaría y aseguró que el niño había sido abandonado por su nuera. “Desde los siete meses no quería darle comida”, afirmó, extremo que fue desmentido por Yurleidis.
Una tormentosa relación
La pareja se conoció hace dos años mientras estudiaba una carrera técnica en Barranquilla. Luego de cuatro meses de relación decidieron vivir en pareja. Sin embargo, ahí empezaron los problemas.
Las constantes peleas hicieron que Sánchez abandonara a su pareja. Incluso Yurleidis interpuso una demanda de violencia intrafamiliar. Trató de recuperar a su hijo hasta que se desencadenó la tragedia.
La defensa de Hernández trató que fuera internado en un hospital psiquiátrico, argumentando que el hombre tiene tendencias suicidas. La juez de control de garantías, que avaló la captura en flagrancia, lo envío a la cárcel Modelo por considerarlo un peligro para la sociedad. Podría pagar hasta 33 años de cárcel por quitarle la vida al hijo que amaba.
