El patrullero de la Policía Metropolitana de Bogotá, José Luis Púa Ríos, fue condenado a diez años de prisión domiciliaria por el crimen del joven estudiante de contaduría de la Universidad Nacional, Andrés Camilo Ortíz, quien intentaba colarse en una estación de TransMilenio. Esta decisión del juez se da tras el aval de un preacuerdo que el policía firmó con la Fiscalía General por este caso.
En dicho documento, firmado entre las dos partes, el patrullero aceptó ser el responsable de la muerte del joven de 19 años para conseguir rebajas en la pena. Desde el 27 de julio del 2018, Púa Ríos se encontraba en casa por cárcel mientras seguía el proceso en su contra, debido a la decisión de un juez de garantías y seguirá allí para cumplir su condena.
Los hechos
El infortunado episodio ocurrió el 15 de junio de 2018, cuando el joven estudiante, acompañado de un grupo de amigos, intentó ingresar de manera irregular a la estación de TransMilenio de la Calle 142, sobre la Autopista Norte de la capital. Sin embargo, tras ver la presencia de autoridades, los jóvenes salieron corriendo.
Cuando iban llegando a otra calle, se percataron de que era perseguidos por un patrullero (Púa Ríos) y por esa razón decidieron abordar un taxi para escapar. Sin embargo, en ese momento, sorpresivamente, Púa desenfundó su arma en contra de Ortiz, quien murió inmediatamente en el lugar.
[single-related post_id="1070407"]
En el transcurso de la indagación de estos hechos, las autoridades lograron identificar que el patrullero habría manipulado la escena del crimen. En el proceso, se obtuvieron varios videos que captaron los momentos y que fueron presentados en el juicio.
La defensa y la familia de la víctima se mostraron en desacuerdo con esta decisión, al cuestionar que Púa Ríos no haya sido cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario por el delito de homicidio agravado, además aseguraron que diez años es poco para el daño causado.
