Cientos de hectáreas de cosechas de arroz se estaban perdiendo desde hace algún tiempo en el Tolima, el departamento arrocero del país, y en un principio nadie se explicaba qué era lo que pasaba.
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Un campesino, que como muchos había comprado los insumos para sus cultivos a un grupo de hombres que se los llevaban a domicilio, se percató que desde que empezó a fumigar su plantación de arroz con esos productos, empezó a dañarse. El labriego supo que había algo raro, denunció y así empezó la investigación.
A la vez, y por otra ruta, los comercializadores de productos agroquímicos les indicaron a las autoridades que un hombre que era su cliente, y que regularmente compraba más de 100 galones de agroquímicos para venderlos entre pequeños productores de arroz, desde hace algún tiempo había bajado su compra mensual a tan solo 10 galones. Esta notoria reducción fue también fue denunciada e investigada por los hombres de la Dijin.
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Hace un par de días, y después de varios meses de investigación, hombres de la policía ingresaron a una finca en la zona rural de El Espinal, en el Tolima, y lograron la captura de cuatro hombres, entre ellos el sujeto que bajó de 100 a 10 galones la compra del agroquímico. Era el jefe del ilícito negocio.
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Desde hace algún tiempo estos hombres empezaron a falsificar los productos para la fumigación de las cosechas y a venderlos a bajo precios. Los insumos con los que rebajaban el producto original, según las autoridades, eran venenosos. Las cosechas infestadas con el producto se dañaron.
Los presuntos delincuentes fueron detenidos por los delitos de usurpación de derechos de propiedad Industrial y derechos de obtentores de variedades vegetales.
En la finca donde fueron capturados los delincuentes, habían creado una fábrica ilegal en la que envasaban y etiquetaban los galones para ser comercializados a los campesinos de la región.
La organización también causó daños ambientales ya que el vertimiento de productos químicos lo hacían en quebradas y riachuelos de la región, lo que vulneró el ecosistema en los alrededores de la fábrica ilegal, afectando flora y fauna nativa de la región.
Dentro de la residencia también fueron halladas dos escopetas, una pistola y bastante munición para estas armas. Por la tenencia de estos objetos también fueron acusados del delito de porte, fabricación y tenencia de armas de fuego.
Al parecer el producto envenenado con este pesticida ilegal no alcanzó a ser distribuido en las principales arroceras del departamento. Por tal razón no hay peligro al consumir el producto proveniente del Tolima, sostienen las autoridades.
A la vez, y por otra ruta, los comercializadores de productos agroquímicos les indicaron a las autoridades que un hombre que era su cliente, y que regularmente compraba más de 100 galones de agroquímicos para venderlos entre pequeños productores de arroz, desde hace algún tiempo había bajado su compra mensual a tan solo 10 galones. Esta notoria reducción fue también fue denunciada e investigada por los hombres de la Dijin.
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Los presuntos delincuentes fueron detenidos por los delitos de usurpación de derechos de propiedad Industrial y derechos de obtentores de variedades vegetales.
En la finca donde fueron capturados los delincuentes, habían creado una fábrica ilegal en la que envasaban y etiquetaban los galones para ser comercializados a los campesinos de la región.
La organización también causó daños ambientales ya que el vertimiento de productos químicos lo hacían en quebradas y riachuelos de la región, lo que vulneró el ecosistema en los alrededores de la fábrica ilegal, afectando flora y fauna nativa de la región.
Dentro de la residencia también fueron halladas dos escopetas, una pistola y bastante munición para estas armas. Por la tenencia de estos objetos también fueron acusados del delito de porte, fabricación y tenencia de armas de fuego.
Al parecer el producto envenenado con este pesticida ilegal no alcanzó a ser distribuido en las principales arroceras del departamento. Por tal razón no hay peligro al consumir el producto proveniente del Tolima, sostienen las autoridades.
