Esta semana fue ratificada la condena de 15 meses de prisión a Michelle Carter, una joven norteamericana de tan solo 22 años de edad a la que se le imputó homicidio involuntario por incitar a su novio a suicidarse. Este caso es uno de los más seguidos y sonados en los Estados Unidos, debido a sus detalles poco comunes.
A pesar de la apelación de su defensa, la Corte Suprema Judicial de Massachusetts confirmó que esa condena era el precio que Carter debía pagar por no impedir la muerte de su novio Conrad Roy III en el 2014, en medio de una crisis emocional.
Aunque la defensa alegó que el fallecimiento de Roy fue producto de sus propias acciones, para el tribunal de justicia los mensajes de texto que Carter le enviaba a su novio antes de morir, fueron pruebas suficientes para ponerla tras las rejas, porque al contrario de lo que se esperaría, ella lo animó y le ayudó a planear el cómo, cuándo y dónde suicidarse y finalmente, Conrad Roy de 18 años, se envenenó con monóxido de carbono en su vehículo.
"Yo pensé que tú querías hacerlo. Es el momento adecuado y estás listo ¡Tú solo necesitas hacerlo", se leía en uno de los mensajes que le envió Carter a Roy cuando él tuvo dudas de quitarse la vida.Para los ojos de las personas en los Estados Unidos Carter es toda una "criminal juvenil", cuando Roy expresaba su preocupación por el sufrimiento de su familia al morir en esas circunstancias, la joven le decía que ellos no se deprimirían y que lo superarían rápido.