Envenenó a sus hijas y una de ellas murió

Mar, 06/06/2017 - 07:31
Lisa Marina Santos Jaimes fue la mujer señalada por envenenar a sus hijas de 4, 6 y 13 años. Santos hizo que las niñas ingirieran la bebida que había mezclado con tóxico, la madre también lo ing
Lisa Marina Santos Jaimes fue la mujer señalada por envenenar a sus hijas de 4, 6 y 13 años. Santos hizo que las niñas ingirieran la bebida que había mezclado con tóxico, la madre también lo ingirió. Una de las niñas murió. La mujer fue enviada a la cárcel de mujeres de Chimitá en Girón, Santander. El hecho ocurrió en el barrio Quinta Estrella, en la ciudad de Bucaramanga, Las dos niñas sobrevivientes quedaron a cargo del Bienestar Familiar (ICBF), mientras se soluciona su custodia. [single-related post_id="701486"] El director seccional de Fiscalías de Santander, Carlos Gonzales, dijo que la mujer de 28 años de edad le había dado la bebida a sus hijas diciéndoles que era una "vitamina reconstituyente". Al parecer lo que la motivó a hacer esto fue su ruptura sentimental con el padre de las pequeñas. A la madre, que resultó ilesa y fue atendida en un centro asistencial en Bucaramanga, se le imputarán los cargos de homicidio agravado y dos delitos más de tentativa de homicidio en concurso homogéneo. [single-related post_id="700956"] Las autoridades investigan cuál fue la sustancia con las que fueron envenenadas las niñas. Se espera que en los próximos días la mujer sea dada de alta para ser trasladada al centro penitenciario. La víctima mortal, que fue la niña de seis años, murió cuando recibía atención médica en la Clínica Chicamocha, a las 11:15 del pasado sábado. Este crimen se suma a los homicidios de menores que ha conmocionado al país, como el asesinato de Yuliana Samboní, que despertó la indignación de los colombianos. El 4 de febrero de 2015 cuatro hermanos fueron asesinados en Caquetá por un supuesto "ajuste de cuentas" a raíz de un pleito por tierras que tenían sus padres. El 14 de octubre de 2010 cuatro niños fueron asesinados y sepultados en una fosa en Tame, Arauca. Eran los hijos del jornalero José Álvaro Torres. El 24 de septiembre de 2008 Luis Santiago Pelayo Lozano, un bebé de once meses, fue secuestrado en Chía, Cundinamarca. Días después su cuerpo sin vida apareció abandonado en la vereda Tíquiza de ese municipio.  
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