
Un equipo de fútbol americano de la ciudad de Miami, Estados Unidos, lamentó profundamente el asesinato de Joshua Ancrum, un joven que soñaba con convertirse en un jugador profesional pero que terminó baleado por un amigo tras una disputa de videojuegos.
Ancrum, de 17 años, nació y creció en una zona marginal de Miami Gardens. Allí, las drogas y las pandillas ha sido un problema rutinario por décadas. Tanto así, que el joven asesinado creció rodeado durante años de la violencia urbana.
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Sin embargo, ante este ambiente complejo, el adolescente sorteó diferentes obstáculos y logró convertirse en un deportista con proyección para el fútbol americano. Jugaba en el Florida Gridiron Preps, quienes fueron uno de los primeros en reaccionar a este crimen.
"Nos entristece descubrir que Clase del 2020. El prospecto Joshua Ancrum murió trágicamente en un tiroteo en Miami Gardens el martes por la tarde. Él tuvo un futuro brillante y realizó ofertas de becas de Bowling Green, FIU, USF y Southern Miss", dijo el equipo.
https://twitter.com/FLgridironpreps/status/1131179913782988800
Según información de varios medios locales, Ancrum recibió varios disparos que propinó un amigo suyo, Jatwan Phillips de tan solo 16 años, cuando jugaban videojuegos en la casa del implicado.
El adolescente fue trasladado con urgencia al Ryder Trauma Center de Jackson Memorial Hospital, donde lo declararon muerto.
Lisa Álvarez, la madre del joven asesinado, le contó a la prensa que ellos se conocían desde la primaria, habían estudiando junto y por esa razón no entiende cómo fue que un amigo terminó matando a otro.
“¿Qué madre quiere enterrar a su hijo?”, dijo Álvarez. “Se supone que es al revés”. Además hizo un llamado a “detener la violencia”.
El joven atleta había recibido una beca de fútbol para la Universidad Internacional de Florida (FIU).