José Murillo, de 29 años, se levantó el pasado lunes a las 4:30 de la mañana para ir a trabajar como escolta de un carro de valores en la empresa G4S Cash Solutions, en la cual labora hace más de tres años. Llegó antes de las siete de la mañana y recibió instrucciones para ir a recoger cuantiosas sumas de dinero a dos entidades bancarias en el sur de Bogotá.
Ese día Murillo hizo el recorrido de rutina con un compañero, quien conduciría el vehículo de placas BHC 037. Después ambos irían a recoger dinero a las sucursales de Bancolombia y Bbva en la localidad de Kennedy, al suroccidente de Bogotá.
¿Qué pasó en el recorrido?
El conductor y presunto asaltante, cuya identidad no han revelado las autoridades ni la empresa afectada, cambió la ruta de regreso a la oficina de la compañía de transporte y desvió en inmediaciones del barrio Timiza, cerca al Hospital de Kennedy. Una vecina del sector dijo que el vehículo permaneció una hora en ese lugar, sin que los ocupantes bajaran del carro de valores, hasta que el presunto ladrón descendió y se fue en una motocicleta hacía las 12:40 de la tarde.
Otros vecinos sospecharon de la presencia del carro de valores estacionado en un sector residencial y llamaron a la policía. Cuando los uniformados se acercaron al vehículo escucharon los gritos de auxilio de Murillo. Los bomberos tuvieron que abrir la puerta con hacha.
Según personas cercanas a Murillo, que lo escucharon relatar el hecho, “él trató de convencer a su compañero de que no cometiera el robo y por eso fue que le disparó en la pierna”, sostuvieron.
Murillo, padre de dos niñas de ocho y cinco años, se recupera de la operación a la cual fue sometido en el Hospital de Kennedy, después que su compañero conductor del carro de valores le dispara en una pierna y se escapara con un botín, al parecer, de $2.000 millones de pesos.
Dudas alrededor del caso
El coronel Jairo Ballesteros, comandante de la Policía de Kennedy, explicó a los medios de comunicación que el hurto comenzó en la localidad de Bosa, donde, según la versión de Murillo, el conductor empacó el dinero. Sin embargo, otras fuentes de la policía cuestionan esta versión, sobre todo porque hasta el momento no existen antecedentes en esta clase de hurtos.
KienyKe.com consultó a un extrabajador de una empresa de valores quien dijo que “normalmente son tres personas las que transportan el dinero: el conductor, el jefe de tripulación y un escolta. Es raro que solo estén dos personas”, dijo.
Además sostuvo que para abrir la bóveda se necesita de dos personas al mismo tiempo. Según la versión de Murillo, el conductor le disparó y después huyó con el dinero.
Danilo Gómez, gerente general de 4SG Cash Solultions, con sedes en 12 ciudades del país, dijo a este medio que por cuestiones de seguridad no puede revelar el nombre del presunto ladrón. Dijo que ”las autoridades se encuentran investigando el hecho. Sin embargo, tenemos protocolos de seguridad e investigación para estos casos” y agregó que a los empleados de la compañía les realizan pruebas de polígrafo de manera regular.
Pese a que hasta en la noche del pasado lunes la empresa no había interpuesto una denuncia formal ante la policía o la fiscalía, Gómez confirmó que desde este miércoles las autoridades investigan el hecho. Tampoco quiso confirmar la suma del dinero hurtado. Según El Tiempo la cifra rondaría los 2.000 millones de pesos.
La fiscalía espera que Murillo se recupere de la cirugía para que explique de forma detallada los hechos del robo. Mientras tanto es custodiado por cinco agentes de la Sijin. Por ahroa, solo tiene permitido recibir visitas de sus familiares en primer grado de consanguinidad y afinidad para no entorpecer la investigación.
Otro caso en la misma empresa
Víctor Carvajal Rodado, exempleado de la misma compañía, fue condenado a ocho años de prisión por hurto calificado, después de que la justicia corroboró que realizó un ‘autorrobo’ por 60 millones de pesos el primero de mayo de 2010 en Barranquilla, según lo publicó El Heraldo.
En su momento, Rodado dijo a la policía que mientras sus dos compañeros reparaban un cajero electrónico en un centro comercial de ‘La Puerta de Oro’ y él cuidaba el carro de valores, tres supuestos asaltantes a bordo de dos motocicletas lo amenazaron con armas de fuego. Además sostuvo que los delincuentes lo amenazaron con atentar contra su familia, si no entregaba el dinero.
Cuando sus dos compañeros regresaron al vehículo lo encontraron gritando: “¿Qué le pasó a mi familia?”, según la declaración de los exguardias de 4SG Cash Solultions.
Para la policía esta versión era poco creíble. La investigación de la fiscalía concluyó que no hubo ningún tipo de violencia en el supuesto atraco, pese a que Carvajal era exmiembro de la policía y en teoría con entrenamiento para situaciones de riesgo.
Además, de los tres empleados de la empresa, Carvajal fue el único que no pasó la prueba de polígrafo realizada después de los hechos.
¿Qué pasó en el recorrido?
El conductor y presunto asaltante, cuya identidad no han revelado las autoridades ni la empresa afectada, cambió la ruta de regreso a la oficina de la compañía de transporte y desvió en inmediaciones del barrio Timiza, cerca al Hospital de Kennedy. Una vecina del sector dijo que el vehículo permaneció una hora en ese lugar, sin que los ocupantes bajaran del carro de valores, hasta que el presunto ladrón descendió y se fue en una motocicleta hacía las 12:40 de la tarde.
Otros vecinos sospecharon de la presencia del carro de valores estacionado en un sector residencial y llamaron a la policía. Cuando los uniformados se acercaron al vehículo escucharon los gritos de auxilio de Murillo. Los bomberos tuvieron que abrir la puerta con hacha.
Según personas cercanas a Murillo, que lo escucharon relatar el hecho, “él trató de convencer a su compañero de que no cometiera el robo y por eso fue que le disparó en la pierna”, sostuvieron.
Murillo, padre de dos niñas de ocho y cinco años, se recupera de la operación a la cual fue sometido en el Hospital de Kennedy, después que su compañero conductor del carro de valores le dispara en una pierna y se escapara con un botín, al parecer, de $2.000 millones de pesos.
Dudas alrededor del caso
El coronel Jairo Ballesteros, comandante de la Policía de Kennedy, explicó a los medios de comunicación que el hurto comenzó en la localidad de Bosa, donde, según la versión de Murillo, el conductor empacó el dinero. Sin embargo, otras fuentes de la policía cuestionan esta versión, sobre todo porque hasta el momento no existen antecedentes en esta clase de hurtos.
KienyKe.com consultó a un extrabajador de una empresa de valores quien dijo que “normalmente son tres personas las que transportan el dinero: el conductor, el jefe de tripulación y un escolta. Es raro que solo estén dos personas”, dijo.
Además sostuvo que para abrir la bóveda se necesita de dos personas al mismo tiempo. Según la versión de Murillo, el conductor le disparó y después huyó con el dinero.
Danilo Gómez, gerente general de 4SG Cash Solultions, con sedes en 12 ciudades del país, dijo a este medio que por cuestiones de seguridad no puede revelar el nombre del presunto ladrón. Dijo que ”las autoridades se encuentran investigando el hecho. Sin embargo, tenemos protocolos de seguridad e investigación para estos casos” y agregó que a los empleados de la compañía les realizan pruebas de polígrafo de manera regular.
Pese a que hasta en la noche del pasado lunes la empresa no había interpuesto una denuncia formal ante la policía o la fiscalía, Gómez confirmó que desde este miércoles las autoridades investigan el hecho. Tampoco quiso confirmar la suma del dinero hurtado. Según El Tiempo la cifra rondaría los 2.000 millones de pesos.
La fiscalía espera que Murillo se recupere de la cirugía para que explique de forma detallada los hechos del robo. Mientras tanto es custodiado por cinco agentes de la Sijin. Por ahroa, solo tiene permitido recibir visitas de sus familiares en primer grado de consanguinidad y afinidad para no entorpecer la investigación.
Otro caso en la misma empresa
Víctor Carvajal Rodado, exempleado de la misma compañía, fue condenado a ocho años de prisión por hurto calificado, después de que la justicia corroboró que realizó un ‘autorrobo’ por 60 millones de pesos el primero de mayo de 2010 en Barranquilla, según lo publicó El Heraldo.
En su momento, Rodado dijo a la policía que mientras sus dos compañeros reparaban un cajero electrónico en un centro comercial de ‘La Puerta de Oro’ y él cuidaba el carro de valores, tres supuestos asaltantes a bordo de dos motocicletas lo amenazaron con armas de fuego. Además sostuvo que los delincuentes lo amenazaron con atentar contra su familia, si no entregaba el dinero.
Cuando sus dos compañeros regresaron al vehículo lo encontraron gritando: “¿Qué le pasó a mi familia?”, según la declaración de los exguardias de 4SG Cash Solultions.
Para la policía esta versión era poco creíble. La investigación de la fiscalía concluyó que no hubo ningún tipo de violencia en el supuesto atraco, pese a que Carvajal era exmiembro de la policía y en teoría con entrenamiento para situaciones de riesgo.
Además, de los tres empleados de la empresa, Carvajal fue el único que no pasó la prueba de polígrafo realizada después de los hechos.
