Para nadie es un secreto que la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) es una compañía insignia en el mercado colombiano, con productos como el Ron Medellín o el aguardiente Antioqueño, frecuentes protagonistas de la fiesta en el país. Este año, esta importante licorera sigue esperando crecer a pasos agigantados, con una proyección de crecimiento del 5 a 6%.
De acuerdo con lo que le contó a Kienyke.com el gerente de la FLA, Esteban Ramos, este crecimiento significa ventas de aproximadamente 70 millones de botellas durante todo el 2024. Lo cual podría continuar rompiendo los récords de la Fábrica, que cerró 2023 con más de 68 millones de botellas vendidas.
“Tenemos la meta de este año llegar a 70 millones de botellas, tener un crecimiento aproximado de un 5 a 6% (...) Creo que lo podemos lograr sin hacerle un peso grande a los inventarios de distribuidores”, manifestó Ramos.
Vea lo que dijo el gerente de la FLA, Esteban Ramos:
El gerente de la FLA asegura que esas proyecciones de ventas, si bien representan un crecimiento importante, son conservadoras en aras de la responsabilidad legal que tienen como proveedores de recursos al departamento para ámbitos como la salud, la educación o el deporte. También que, según dice, tienen una petición expresa del gobernador Andrés Julián Rendón para trazar un plan de austeridad.
Proyecciones internacionales de la Fábrica de Licores de Antioquia
Hay que recordar que, además del mercado nacional, el aguardiente Antioqueño y otros productos de la FLA tienen un público importante fronteras afuera en mercados como el de Estados Unidos o Europa. Aunque con unas proyecciones más modestas, Esteban Ramos asegura que espera ampliar el público objetivo de su portafolio en el exterior.
“El mercado internacional viene creciendo. El año pasado fueron un poco más de cinco millones y medio de botellas, lo que ha sido un récord histórico para la Fábrica de Licores de Antioquia”, dijo Ramos, añadiendo que esperan que esa cifra se mantenga y siga creciendo.
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Esto se haría principalmente apuntándole a dos sectores. Primero, el de los colombianos en el exterior que consumen el Antioqueño identificándolo como una “bandera colombiana”, a quienes denominan como “consumidores nostálgicos”. En segundo lugar, a los turistas que han visitado Colombia y desearían volver a probar sus licores.
“No solamente le queremos apostar a ese mercado, sino también ampliarlo a los turistas que están llegando masivamente a nuestra ciudad y se van con un buen recuerdo de la marca. Allá es donde queremos llegar, a que ese turista diga: ‘yo tuve una muy buena experiencia con el aguardiente, quiero tener de nuevo acá’”, precisó Ramos.
Vea la entrevista completa con Esteban Ramos, gerente de la FLA:
Para ese crecimiento internacional, cabe aclarar que es importante hacer grandes inversiones en publicidad pero sobre todo en distribución, por lo que el crecimiento debe ser mucho más estratégico. “Tenemos que ser muy cuidadosos en el tema de los márgenes y de cómo llegamos a esos mercados sin afectar la utilidad de nuestros productos”, finalizó.
