Si usted tiene un felino como mascota o desea tenerlos, debe saber que siempre se resistirá a que alguien les corte las uñas o le dé un buen baño, pues la mayoría no gusta del agua. Sin embargo, cuidar las filadas garras de los gatos es importante para su salud mental y física, y el bienestar de sus muebles.
Pero esta actividad resulta algo complicada y riesgosa, pues el arañazo de este animal no puede ser visto como un buen gesto.
Los gatos necesitan tener uñas sanas para explorar su hábitat, además dejan su arañazo para saber cuáles son sus marcas visuales y olfativas.
Veterinarios aseguran que arañar es un comportamiento innato de los felinos, rascar con las uñas les ayuda a fortalecer sus garras frontales, así mismo, les permiten comunicarse con otros de su especie.[single-related post_id="728685"] Es normal que el felino se asuste en casa cuando escucha el sonido del cortaúñas. Según la Sociedad Contra la Crueldad hacia los Animales, el primer paso para que la mascota se acostumbre a que se las corten es que se habitúe a esto desde que está pequeño. El dueño de la mascota debe acariciarla y tomar con sus manos las patas, hacerlo diario, no solo para cortarle las uñas, sino para que estén cómodo en esa posición. Otro elemento a considerar es la posición en la que deben estar ubicados para que se les corte las uñas, una de ellas es arrullarlos en las brazos como si fuera un bebé humano, pues es una de las posturas más recomendadas para hacer este tipo de actividades. Los gatos tienen 18 dedos en total, cinco en cada una de las patas delanteras y cuatro en la parte de atrás, cada dedo sostienen una uña. La clave para cortar las uñas es sostener con suavidad cada dedo con nuestras manos y ofrecer un ligero masaje de poco segundos, es indispensable que la pata del gato este sobre una almohadilla especial para ellos para que la uña salga sin problema. La actividad resulta más fácil si interviene otra persona, una de ellas sostiene al felino y la otra retira con suavidad la parte superior de la uña. [single-related post_id="672229"] El dueño tiene que tener en cuenta que el cortaúñas no afecte la vena rosada que se encuentra en el interior de la uña, si eso sucede el gato sangrará y tendrá un gran dolor. Lo importante es hacer un corte no tan profundo y con mucha suavidad, la actividad no debe llevar más de 10 minutos, pues después de ese tiempo el felino perderá su paciencia y hará lo posible por escabullirse. Las uñas de los gatos deben cortarse en casa cada dos o tres semanas, esa actividad será suficiente para mantener el cuidado y la higiene personal de la mascota.