La compañía de animales como perros y gatos es reconfortante por su lealtad y cariño, sin embargo, existen otras características de estos y otros animales que, aunque no son tan conocidas, tienen un gran poder terapéutico en las personas que están al lado de ellos.
Esas mascotas que tienen el poder terapéutico los expertos lo conocen con el nombre de animales terapéuticos que se usan para realizar terapias asistidas con animales, y se cree que la práctica de relajación data desde los comienzos de la relación entre el hombre y estas especies.
Los primeros registros serían del año 460 antes de Cristo, cuando se les otorgaba a los caballos actividades con los pacientes que terminarían siendo muy relajantes. Algunos expertos afirman que los griegos daban paseos a caballo como terapia para aumentar la autoestima y los egipcios otorgaban a los animales la capacidad de curar varias dolencias.
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Ese poder terapéutico se fue popularizando en regiones desarrolladas como Inglaterra, Francia, Estados Unidos y Canadá. En estos sitios se han realizado múltiples investigaciones que confirman la relación que tienen las mascotas con los beneficios en tratamientos de algunas patologías negativas en niños, adultos mayores, personas con discapacidad y personas con enfermedades mentales.
Además, según estudios realizados, los animales tienen la capacidad para reducir de manera considerable todos los tipos de sentimientos negativos. La fatiga, el estrés, la tristeza, la soledad, la angustia y la depresión se pueden reducir considerablemente cuando se está cerca de alguna mascota.
Las dos clásicas compañías que pueden lograr esto son el perro y el gato. Está comprobado que cuando se mira fijamente a un perro, el cerebro produce más hormona oxitocina, conocida como “la de la felicidad”. Por su parte, oír el ronroneo de un felino cerca de uno, alivia la ansiedad y puede calmar a la persona de inmediato.
