Fotos: Efeunodos.
Dos artistas plásticas y una diseñadora industrial son como tres hadas madrinas que hacen que cada boda salga perfecta.
Hace dos años decidieron montar una empresa que complementara a las novias de TUL –su marca de ropa que cuenta con una línea matrimonial en la que diseñan vestidos y accesorios personalizados para cada cliente–. Al ver la necesidad que tenían las mujeres no sólo de ser asesoradas en el vestuario sino también en la creación del concepto de su boda decidieron convertirse en wedding planners.
Su función es planear la logística para que los novios puedan disfrutar de todo el proceso y del gran día sin muchas preocupaciones. Sabiendo que hoy día la mayoría trabajan todos los días y no tienen el tiempo que quisieran para dedicarle a la organización de su boda existen las wedding planners, quienes facilitan el proceso y evitan inconvenientes de último momento.
Para estas tres mujeres la estética debe ir unida al concepto de la boda por eso los servicios que ofrecen son especiales para cada caso. Un trabajo creativo y de producción orientado a crear matrimonios únicos llenos de detalles en los que la decoración juega un papel primordial pues de ella depende la coherencia conceptual del evento. Los postres, las sorpresas, la mantelería, la música, la comida no es la misma para cada cliente por eso se esfuerzan en crear equipos de producción perfectos.
Diferentes fotógrafos, pasteleros, floricultores, cocineros, etc., hacen parte de la base de datos que enriquece su visión. Dependiendo del tipo de evento combinan proveedores que les ayudan con varios ítems del matrimonio. Su intención es transmitir a los invitados y a los novios el amor que le imprimen a su trabajo para hacer de ese un día especial e inolvidable para todos.
El proceso con los novios empieza con una reunión donde se escuchan sus ideas, se conoce su perfil y se logra comprender cómo se han soñado el día de su matrimonio. A partir de ahí se diseña el concepto y se proponen una serie de actividades manteniendo el equilibrio entre lo que se quiere y lo que se puede hacer de acuerdo a cada presupuesto.
El precio depende de la cantidad de invitados y del lugar donde se realice. Los servicios de wedding planner de Santaboda están entre $2.000.000 y $3.500.000 sin incluir gastos cotizados por separado. El promedio por invitado está entre $250.000 y $350.000. Generalmente las parejas son consientes de que casarse cuesta y que los detalles personalizados tienen un precio, sin embrago hay quienes llegan con sueños agigantados pero con presupuestos reducidos y es ahí cuando las hadas madrinas de Santaboda hacen realidad los deseos sin necesidad de sacrificarlos asumiendo un orden de prioridades.
Aunque no tienen un target específico normalmente llegan parejas con ideas menos protocolarias y tradicionales. Como dicen ellas “Si confían en Santaboda es suficiente para que le pongamos la mejor voluntad.” Santaboda cuenta con un equipo de gente joven con ideas nuevas y creativas que ofrecen productos accesibles en cualquier parte del país siempre en busca de la felicidad de cada cliente.
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