El 24 de abril de 2013 una tragedia le mostró al mundo el lado oscuro de la moda. Esa mañana el edificio Rana Plaza, ubicado en Savar (Bangladesh), que presentaba problemas en su construcción, se derrumbó causando la muerte de más de mil personas y dejando heridas a dos mil.
Lea también: Vestidos de baño para mujeres con cáncer de mama
Las víctimas, en su mayoría mujeres, trabajaban haciendo ropa a cambio de sueldos miserables para grandes marcas como: Benetton, Carrefour, El Corte Inglés, Inditex (Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka y Stradivarius) y Mango.
De la tragedia, que dejó en evidencia una vez más los abusos de las grandes marcas en países pobres, nació la organización Fashion Revolution (La revolución de la moda) y el Fashion Revolution Day (El día de la revolución de la moda) para conmemorar las victimas del colapso del edificio Rana Plaza e invitar a las personas a preguntarse: ¿Quién hizo mi ropa?
“Creemos en una industria de la moda que valore a las personas, el medio ambiente, la creatividad y ganancias en la misma medida. Nuestra misión es hacerlo juntos para que suceda”, es la misión de Fashion Revolution.
Angélica Salazar*, coordinadora de la organización en Colombia, explicó a KienyKe.com que la organización está conformada por 70 países que se “han unido desde el interés de individuos como yo, quienes hemos querido liderar esta iniciativa desde nuestro país de origen porque todos los países del mundo estamos consumiendo la moda que se produce en un 60% de su totalidad en el continente asiático, donde ocurrió el desastre del edificio Rana Plaza en Banglades (2013)”
Lea también: Sobrepeso y obesidad: un problema que nos cuesta admitir
"La diseñadora Amelia Toro es la embajadora de buena voluntad de la organización en Colombia. Una de la razones es porque ha demostrado total transparencia en la producción de sus prendas y que compartan con nosotros los criterios que tienen para escoger materiales y para garantizar los derechos laborales de sus confeccionistas."
“Apoyamos a muchos diseñadores independientes y artesanos para demostrarle a los consumidores que sí existen alternativas a la moda rápida que nos está invadiendo en Colombia”, explica Angélica.
El consumidor colombiano puede aportar a Fashion Revolution decidiendo sobre sus compras. “Nosotros somos quienes elegimos hacia dónde va nuestro dinero. Con esas decisiones de compra estamos construyendo a nuestra sociedad. Es urgente que se le dé más información al consumidor y que a la vez éste se preocupe por hacer decisiones de compra más informadas. Por eso, el eslogan de nuestra campaña este año era una sencilla reflexión: ¿Quién hizo mi ropa? y a partir de allí construir una retrospectiva que nos lleva a través de la tela, el hilo y la aguja a la persona que ha hecho la prenda que estamos llevando”.
Hasta el momento ninguna marca en Colombia se ha unido a Fashion Revolution para responder: ¿Quién hizo mi ropa? “En Colombia le hemos hecho fuerza a Juan Project (vea la imagen) y a la marca Color Siete”. Sin embargo, ZARA lo ha hecho mundialmente porque vieron la necesidad de recuperar la confianza perdida de los consumidores.
Lea también: ¿Cuál es la mejor hora para tener sexo?
Las primeras campañas de www.fashionrevolution.org que se han hecho en el mundo son gracias al trabajo de voluntarios. “Estamos uniendo las mentes más brillantes para demostrar que sí se pueden hacer esfuerzos concertados y que el trabajo en equipo y remotamente sí es posible. Para mí, eso ya es un gran logro. En Colombia, aun la cultura del trabajo colaborativo es incipiente, pero existe gente con muchas ganas de mostrar su trabajo, de emplear sus capacidades profesionales y su tiempo. No solo a cambio de dinero, sino porque realmente creen que su aporte va a tener un impacto positivo en el mundo. La moda como excusa, como agente de transformación”.
“El reto en Colombia es cambiar el esquema de que los influenciadores de moda (bloggers vloggers, Inexmoda, asesores de imagen) hablen de moda más allá que solo un resultado en el que se le da más importancia al look y a las tendencias, que a un proceso creativo en el que se toman en cuenta todos los factores ambientales, sociales y económicos. Además del impacto que todo este proceso tiene en nuestro entorno”.
*Angélica Salazar ha vivido, estudiado y trabajado en el Reino Unido y Francia desde 2005. Obtuvo una licenciatura en Diseño Industrial de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia) y es también MA International Marketing Communications ESCEM (Francia). Está inmersa en el apoyo a la moda ética y el desarrollo sustentable de las comunidades artesanales en Colombia facilitando conexiones con su consultoria www.procraftinations.co.uk. Cree que Fashion Revolution hará historia en el compromiso mundial para erradicar el hábito de consumir moda rápida, pues contribuirá a una mayor concientización de todo el clúster, proporcionando a los consumidores con mejores criterios de compra, que implicarán un total apalancamiento a la moda sostenible. Es decir: Una moda encantadora.
Los desagradables secretos detrás de las grandes marcas de ropa
Dom, 17/05/2015 - 03:13
El 24 de abril de 2013 una tragedia le mostró al mundo el lado oscuro de la moda. Esa mañana el edificio Rana Plaza, ubicado en Savar (Bangladesh), que presentaba problemas en su construcción, se d