La Asamblea Nacional de Corea del Sur aprobó prohibir la cría, matanza, distribución y venta de carne de perro para consumo humano, en lo que supone un triunfo histórico para los defensores de los derechos de los animales tras décadas de lucha en el país asiático.
La ley, propuesta por el gobernante y conservador Partido del Poder Popular, consensuada por el resto de partidos e impulsada por la primera dama surcoreana, Kim Keon-hee, fue aprobada hoy por 208 votos a favor y 2 abstenciones.
La normativa entrará en vigor tras un periodo de gracia de tres años y, a partir de 2027 los infractores podrán encarar penas de hasta dos años de cárcel o multas de hasta 30 millones de wones (más de 22.000 dólares).
La norma estipula que el Estado proveerá subsidios para ayudar a aquellos involucrados en la industria de la carne de perro a que se involucren en otras actividades económicas.
Según datos del Gobierno surcoreano, en el país asiático existen aún unas 1.150 explotaciones que crían perros para consumo humano, 34 matarifes, 219 distribuidores y unos 1.600 restaurantes que incluyen platos con carne de perro en sus menús.
El tradicional consumo de carne de perro en Corea del Sur ha caído enormemente en las últimas décadas a medida que han ido en aumento el número de hogares que poseen mascotas.
Sondeos de años recientes muestran que una gran mayoría de surcoreanos nunca ha probado esa carne y que no tiene intención de hacerlo, al tiempo que la mayor parte de grandes mercados que la proporcionaban ha cerrado ya y el Gobierno y diversas asociaciones han logrado ir clausurando muchas granjas y mataderos y ayudado a sus dueños a cambiar de negocio en la última década.
Una medida "histórica" para los animalistas
La rama surcoreana de Humane Society International (HSI), que colaboró en la redacción de la propuesta legislativa, dio la bienvenida a su aprobación parlamentaria y la calificó de "histórica", en un comunicado.
La directora ejecutiva de HSI Corea, Chae Jung-ah, afirmó que la medida materializa "un punto de inflexión" en la sociedad surcoreana, en la que "la mayoría de ciudadanos rechaza comer perros y quiere ver ese sufrimiento relegado a los libros de historia".
La organización también urge al Gobierno a usar la moratoria de dos años hasta la entrada en vigor de la prohibición para "trabajar con grupos de defensa de los animales para rescatar a tantos perros como sea posible".
Según datos de HSI, hasta un millón de perros son cada año criados y sacrificados en Corea del Sur para el consumo humano.
Al mismo tiempo, la demanda de este tipo de carne se encuentra en "mínimos históricos", con cerca de 6 millones de perros viviendo en hogares surcoreanos y un 57 % de la población que apoya la prohibición, señala la ONG.
Con el veto a la venta de carne de perro, Corea del Sur se une a otros países y territorios de Asia que han tomado medidas similares, entre ellos Hong Kong, Taiwán, Filipinas, India, Tailandia, Singapur, varias ciudades de China y diversas provincias de Camboya e Indonesia.
Humane Society International señala no obstante que el grado de aplicación de la prohibición "difiere en varios grados" entre estos territorios.